El 10 de febrero de 2023 se conmemoraron 21 años desde la muerte de Ramón Arellano Félix, quien fue abatido por agentes de la Policía Ministerial del Estado durante el carnaval de Mazatlán, en Sinaloa. Este trágico evento tuvo lugar en plena vía pública durante el primer desfile de Carnaval, la festividad más importante de Mazatlán.
Ese día, tres personas iban en un vocho blanco en dirección contraria a la multitud, lo que llevó a que los agentes ministeriales los confrontaran, desencadenando un tiroteo. En la esquina de la calle Rodolfo T. Loaiza y Gaviotas, en la zona dorada de Mazatlán, quedaron los cuerpos de dos de los agresores. En un principio se creyó que uno de ellos era un agente de la PGR llamado Jorge Pérez, ya que el cuerpo fue encontrado con esa identificación. Más adelante se sabría la verdad
Sin embargo, fue un mes después cuando se reveló que no se trataba de un agente, sino del líder del Cártel de Tijuana. La demora en descubrir su identidad se debió a que su hermano, Francisco Rafael, se negó en repetidas ocasiones a proporcionar una muestra de sangre que permitiera realizar la prueba de ADN.
Antes de que los medios de comunicación, el país e incluso las autoridades tuvieran conocimiento de que la persona abatida era Ramón Arellano Félix, sus enemigos Ismael 'El Mayo' Zambada y Joaquín Guzmán fueron los primeros en enterarse, ya que ellos planearon una trampa para él.
El engaño consistió en hacerle creer a Ramón Arellano que El Mayo Zambada estaría presente en el carnaval de Mazatlán. Sin embargo, esto solo fue un señuelo para facilitar su eliminación con la ayuda de la policía. Según lo revelado por Jesús 'El Rey' Zambada durante su testimonio en un tribunal federal en Nueva York, en una reunión en la sierra de Sinaloa en 2005, el propio Chapo Guzmán confesó que se alegraba de haber matado a Ramón Arellano.
"(Me dijo) que si algo le daba gusto en la vida era haber matado a Ramón Arellano Félix", señaló durante el juicio contra el exlíder del Cártel de Sinaloa.
En cuanto al Cártel de Tijuana, una semana después de la muerte de Ramón, su hermano Benjamín Arellano Félix fue capturado por la policía y extraditado a Estados Unidos, lo que debilitó significativamente al grupo criminal.
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