- 13 de septiembre de 2024
Te contamos la historia del famoso restaurante de pozole y antojitos mexicanos
Probablemente has comido al menos una vez en "La Casa de Toño", el restaurante de antojitos mexicanos famoso por su pozole, pues es un establecimiento que ha tenido un gran éxito en la Ciudad de México, y actualmente cuenta con más de 50 sucursales. Sin embargo, ¿sabes qué historia hay detrás de quién fundó este negocio y cómo empezó todo?
En el cada vez más lejano año de 1978, Antonio Campos, un joven de entonces solamente 18 años, inició emprendió un negocio de antojitos mexicanos en la calle Floresta junto con el esposo de una de sus primas.
La Casa de Toño inició su trayectoria en la colonia Clavería de la Ciudad de México, en un zaguán perteneciente a su fundador, donde inicialmente ofrecían quesadillas y, posteriormente, tuvieron la visionaria idea de agregar el pozole a su menú.
Sin embargo Antonio Campos, fundador de La Casa de Toño, tuvo que desmontar su puesto de antojitos en 1986 y decidió continuar el negocio en su casa, en la colonia Clavería de la Ciudad de México, colocando algunas mesas y una lona verde. Se rumora que Antonio inició su negocio para ayudarse económicamente a pagar sus estudios, sin embargo, dejó a larga dejó los estudios para dedicarse completamente al negocio.
La inclusión del pozole en el menú de La Casa de Toño no sucedió rápidamente, sino que tomó varios años de agregar y perfeccionar otras recetas antes de que llegara este platillo, el cual los llevaría a la cima y al triunfo total de lo que fue un puesto y ahora es una famosa franquicia.
El nombre original del restaurante era "Las Dos Poblanas" en honor a la madre y abuela de Toño, quienes eran las encargadas de la cocina. Sin embargo, los clientes empezaron a referirse al lugar como "vamos con el Toño", lo que llevó a que se cambiara el nombre a "La Casa de Toño".
El restaurante La Casa de Toño comenzó a utilizar este nombre a partir de la década de los 90, según los registros de Marcanet. El local, que inicialmente era un pequeño puesto en el zaguán de la casa del fundador, fue ganando popularidad y se expandió a las casas adyacentes que fueron adquiridas posteriormente. En el año 2007, su famoso pozole se empezó a vender en distintas ubicaciones de la Ciudad de México, comenzando por Marina Nacional, luego Lindavista, Narvarte y finalmente en el Estado de México.
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