- 13 de septiembre de 2024
Para ella, ninguna relación pasada con seres humanos la ha hecho sentir como este viejo roble.
Una historia que desafía las convenciones sociales ha llamado la atención de las redes sociales. Se trata de Sonja Semyonova, una mujer de 45 años, quien confesó tener una relación "erótica" con un enorme árbol. Para ella, ninguna relación pasada con seres humanos la ha hecho sentir como este viejo roble.
De acuerdo con el medio SWNS, fue en medio de la pandemia cuando su historia tomó forma mientras caminaba al aire libre, lo que la llevó a autoproclamarse como "eco sexual", una categoría que describe la atracción romántica y sensual hacia la naturaleza.
Esta particular historia tuvo su inicio en la isla de Vancouver, Colombia Británica, cuando Sonja se mudó en 2020. Su conexión con la naturaleza creció, pero fue un imponente roble el que la cautivó profundamente. Para ella, hay una conexión real y auténtica con este árbol.
Con cada día que pasaba junto al árbol, esta conexión se fortalecía, y en el verano de 2021, esta relación adquirió un matiz erótico. Sonja describe la sensación de sentirse pequeña y sostenida por algo tan sólido como una experiencia poderosa y única.
En su testimonio, Sonja comparte que ninguna relación anterior con personas ha provocado en ella la misma oleada de sensaciones que experimenta con este árbol. Describe una energía erótica que solo ha encontrado en esta conexión con la naturaleza.
"Lo que busco es la presencia que siento con el árbol, pero con una persona es una fantasía (...) Había estado deseando esa oleada de energía erótica que surge cuando conoces a una nueva pareja y que no es sostenible".
Esta historia, según Semyonova, no implica relaciones sexuales entre humanos y la naturaleza, sino una forma diferente de explorar lo erótico. Para ella, observar el ciclo de las estaciones es un acto erótico en sí mismo, una transformación de la muerte invernal al renacimiento primaveral.
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