- 13 de septiembre de 2024
La modelo tiene un gran interés por los caballos y se ve reflejado en la gran inversión que hace con las ganancias de su trabajo
En el mundo de las redes sociales y las plataformas de contenido exclusivo, surge una historia única y conmovedora. Elena Larrea, modelo y creadora de contenido para adultos, ha canalizado su éxito en las redes para llevar a cabo una labor filantrópica excepcional. Con más de 200 mil seguidores en su cuenta oficial de Instagram, Elena ha utilizado sus ganancias para establecer y mantener Cuacolandia, un santuario dedicado al rescate y cuidado de caballos maltratados y abandonados.
En un escenario donde las plataformas de contenido exclusivo para adultos se han vuelto populares para vender material íntimo, Elena destaca por su enfoque filantrópico. La modelo, reconocida en dichas plataformas, ha canalizado el 85% de sus ingresos para sostener Cuacolandia, un santuario que alberga a más de 50 caballos rescatados.
Desde 2019, Elena ha rescatado a más de 300 caballos, brindándoles un hogar seguro y amoroso. Aunque su participación en la plataforma azul no constituye su único ingreso, ha afirmado que la mayor parte de los recursos provienen directamente de esta fuente.
La tarea de mantener y cuidar a más de 50 caballos implica un compromiso financiero significativo. Larrea destina una parte considerable de sus ganancias, que supera los 100 mil pesos mensuales, para garantizar la alimentación, atención veterinaria y necesidades esenciales de los equinos.
La modelo señala que, en casos de emergencia o cuando es necesario hospitalizar a un caballo, la cifra mensual podría ascender a los 200 mil pesos. Esta dedicación financiera demuestra el nivel de compromiso de Elena con el bienestar de los animales rescatados en Cuacolandia.
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Elena dedica la mayor parte de su tiempo al cuidado de los caballos en Cuacolandia. Cuando no está directamente involucrada en las tareas de alimentación y atención veterinaria, se embarca en la edición de fotos y videos que comparte en sus redes sociales. Estas publicaciones, además de mostrar la belleza de los equinos, sirven como medio para recaudar fondos y concientizar sobre la importancia de la protección animal.
El santuario Cuacolandia se ha convertido en un proyecto ambicioso y apasionante, demostrando que la influencia y la visibilidad en las redes sociales pueden utilizarse para propósitos más allá del ámbito personal. Larrea ha trascendido las expectativas convencionales, utilizando su plataforma en línea para hacer una diferencia significativa en la vida de animales vulnerables.
El compromiso de Larrea con la causa animal y su capacidad para inspirar a través de las redes sociales la posicionan como una fuerte candidata a ser reconocida como 'La mujer del año'. Su historia no solo desafía estereotipos, sino que también destaca la importancia de la empatía y la acción solidaria, incluso en entornos inusuales como el de las plataformas de contenido exclusivo. Con su labor, Elena ha logrado demostrar que la influencia en línea puede traducirse en un impacto positivo y significativo en la vida de aquellos que más lo necesitan.
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