- 13 de septiembre de 2024
Aparentemente Santa Mónica era solo una empresa de lácteos, pero de acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos servía como fachada para el verdadero negocio del narcotraficante.
En las afueras de Culiacán, Sinaloa, una fábrica de leche pasteurizada marcó una época en la ciudad y se convirtió en un referente de consumo en los años noventa y principios de los 2000. La leche Santa Mónica, reconocida por su calidad, era producida por la empresa Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán. Sin embargo, tras una investigación del Gobierno de Estados Unidos (EEUU), se reveló que esta próspera empresa láctea estaba vinculada al narcotraficante Ismael 'El Mayo' Zambada, líder del Cártel de Sinaloa.
A diferencia de otros capos de la droga, 'El Mayo' Zambada ha mantenido una esquiva presencia en las cárceles, centrándose en diversificar sus inversiones para lavar el dinero proveniente del narcotráfico. Una de estas empresas fue la lechería Santa Mónica, cuya planta principal se ubicaba en la colonia El Alto Bachigualato, a las afueras de Culiacán. Desde noviembre de 1993, las máquinas para la producción de envases y tapas de plástico estaban en pleno funcionamiento, bajo la sombra del líder del Cártel de Sinaloa.
Rosario Niebla Cardoza, la exesposa de 'El Mayo', ostentaba más de 19 mil acciones de la empresa y presidía el consejo de administración, según revela la periodista Anabel Hernández en su libro "El Traidor". Su hijo, Vicente Zambada Niebla, también conocido como 'El Vicentillo', ocupaba el cargo de gerente de finanzas, con una credencial que lo identificaba con el número de empleado 000654.
A pesar de que la comunidad de Culiacán tenía sospechas sobre la relación de Santa Mónica con 'El Mayo', fue en 2007 cuando las autoridades de Estados Unidos tomaron medidas. El 17 de mayo de ese año, el Departamento de Tesoro emitió sanciones contra cinco empresas mexicanas, entre ellas Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán, identificada como Lechería Santa Mónica y/o Santa Mónica Dairy. Las autoridades estadounidenses establecieron vínculos directos entre esta empresa y los familiares del capo sinaloense.
En ese momento, Santa Mónica tenía sedes en Culiacán, Los Mochis y Ahome, en Sinaloa, así como direcciones en los estados de Sonora, Nayarit y Baja California Sur. A pesar de las sanciones, la empresa continuó operando, pero su popularidad disminuyó con el tiempo debido a la llegada de nuevas competidoras.
Aunque el Departamento del Tesoro señaló a Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán como una fachada para actividades ilícitas, en México no se logró comprobar formalmente su conexión con el lavado de dinero. Sin embargo, el edificio que albergaba la fábrica de leche cayó en el descuido, y sus productos lácteos perdieron terreno en el mercado ante la competencia creciente.
El Gobierno de EEUU destacó que 'El Mayo' Zambada no se limitaba a la leche Santa Mónica y que disponía de otras empresas como parte de su estrategia para ingresar a la economía formal. Entre estas empresas vinculadas al líder del Cártel de Sinaloa se encontraban Establo Puerto Rico S.A. de C.V., Jamaro Constructores S.A. de C.V., Multiservicios Jeviz S.A. de C.V., Estancia Infantil Niño Feliz S.C., Arte y Diseño de Culiacán S.A. de C.V. y Autotransportes JYM S.A. de C.V.
Santa Mónica pasó de ser un referente lácteo a caer en el olvido comercial, su historia revela la compleja red de negocios que figuras como 'El Mayo' Zambada establecieron para blanquear las ganancias del narcotráfico, mostrando la intersección entre el mundo del crimen organizado y los negocios legítimos. La lechería Santa Mónica, en su momento símbolo de prosperidad, hoy es un testimonio de las sombras que acechan detrás de la aparente normalidad de ciertos negocios.
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