Desaparecer por completo: la cinta de terror sensorial que te hará perder todos los sentidos

El 15 de mayo de 1851 Arthur Rimbaud escribió la famosa Carta del Vidente en donde el poeta francés describe su teoría poética sobre el "desarreglo de los sentidos", con la idea de romper con la percepción convencional de la realidad para llegar a "lo desconocido" a través de una experimentación de  "todas las formas de amor, de sufrimiento, de locura". 

Durante toda mi adolescencia y juventud la filosofía de Rimbaud se convirtió en una forma de vida: busqué experimentarlo todo, todas las sensaciones y todos los venenos para así poder expandir mi corazón, mis sentidos y la percepción de toda la realidad en la que vivimos. Quizás es por eso que sentí un profundo miedo que jamás había experimentado, al ver "Desaparecer por Completo", la nueva cinta del cineasta mexicano Luis Javier Henaine, la cual aborda la pérdida de los sentidos desde lo paranormal e inexplicable.

En esta película nos encontramos con Santiago Mendoza (Harold Torres) un fotógrafo de nota roja que, debido a su constante acercamiento con la muerte (o mejor dichos con los muertos), se ha desensibilizado al punto de que es incapaz de mostrar empatía o dolor por aquellas personas que fueron asesinadas o perdieron la vida en un cruel accidente; así como por los familiares de las víctimas, pues no tiene ni una pizca de remordimiento al mostrar, en primera plana, las fotografías de los cuerpos de los fallecidos. Esto mismo contribuye a que su relación con su pareja, se sienta distante pese a que hay un embarazo de por medio.

Después de fotografíar una violenta y perturbadora escena del crimen, Santiago comienza a perder uno a uno todos sus sentidos debido a una extraña enfermedad o bien a una maldición de un brujo cuyos poderes van más allá de la comprensión de nuestra realidad.

Contrario a lo que quería Rimbaud, sobre experimentar todo para desarrollar nuestros sentidos, el personaje de la cinta poco a poco comienza a no sentir absolutamente nada, y es esto lo que precisamente me dejó consternado. ¿Qué podría dar más miedo que, de un día para otro, dejes de sentir tu entorno y te sumergas en un profundo abismo sin ningún tipo de sensación, mientras eres devorado por una plaga de ratas?

En esta sociedad, en la que la vista es sin duda el sentido que más valoramos, perderlo sería un golpe letal del que difícilmente podríamos recuperarnos. Y es este el temor más grande de Santiago, que, al ser fotógrafo, comienza a ver su vida hecha pedazos.

El director presenta de manera brillante una dualidad en el personaje: tan pronto comienza a dejar de sentir físicamente, pronto su nula sensibilidad emocional comienza a manifestarse en su interior, haciendo que su crecimiento y desarrollo a lo largo de la cinta sea palpable. 

En entrevista con Quinto Poder, Javier Henaine puntualiza esta idea: "Mientras pierde esta sensibilidad física, recupera su sensibilidad emocional, es un paralelismo que existe en el personaje, Ricardo que fue quien creó al personaje de Santiago fue la gran idea de hacerlo fotógrafo de nota roja, qué mejor personaje para mostrar la insensibilidad que puede tener alguien ante la muerte, y ante el mostrar estas imágenes que pueden ser pariente de alguien más, es también no sentir remordimiento ante las personas relacionadas".

Uno de los aspectos destacados de la película es cómo Javier Henaine utiliza imagen y sonido, para hacer que los espectadores sientan en carne propia el terror y la incertidumbre que está carcomiendo a Santiago. Sin ánimos de hacer spoiler, al final de la cinta hay una incómoda y perturbadora secuencia con sonidos violentos y distorsionados que sin duda te llevarán al filo del asiento.

Es notable el aspecto visual de la película que rinde homenaje a las icónicas fotografías del fotógrafo de nota roja Enrique Metinides. Esto nos permite comprender cuáles son las pasiones y deseos del personaje principal:  Santiago busca desesperadamente que su trabajo sea reconocido como piezas artísticas y no solo como fotografías de un diario local.

Por último, es importante mencionar que Javier Henaine se vale de la psique del personaje, así como de enfermedades para justificar lo que le está pasando, al tiempo que también utiliza elementos sobrenaturales, para hacer dudar al espectador sobre qué es real y qué cosas sólo pasan en la mente del protagonista.

"Quería retratar todo lo que le sucede a Santiago de la manera más realista posible, quería que todo estuviera justificado, perfectamente todo lo que le pasa puede ser una cosa clínica, algo médico, que por eso pierde el olfato, puede ser un virus, puede ser un golpe en la cabeza, un traumatismo cerebral, tenía muchas justificaciones, pero al mismo tiempo el personaje también está pasando por situaciones emocionales muy fuerte que también se refleja en lo psicosomático, cosas emocionales que puede detonar internamente, y por otro lado está lo sobrenatural, están tres vertientes donde todo convive perfectamente y todo está justificado, queríamos que el personaje no supiera qué es lo que estaba ocurriendo", finalizó.

No cabe duda de que esta película poco a poco se abrirá paso en la historia del cine de terror mexicano, ya que presenta una propuesta bastante innovadora que sin duda los amantes del género recibirán con buenos ojos. La cinta formó parte la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia 2023 y del Mórbido Film Fest; se espera que su estreno en salas de cine de México sea durante el primer trimestre del próximo año.