- 13 de septiembre de 2024
TÓTEM Ffue elegida por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) para representar a México en los 96° premios Oscar y tendrá su estreno en salas de cine de México el próximo 30 de noviembre.
Enfrentar la eventual muerte de un ser querido es una travesía que nos lleva a explorar los rincones más profundos de nuestras emociones. Es como navegar en aguas desconocidas, donde cada ola trae consigo una mezcla tumultuosa de dolor y de esa sensación de pérdida inminente, pero también de la nostalgia y aquellos momentos felices que vivirán para siempre en nuestras memorias. En "TÓTEM", la directora Lila Avilés explora la dualidad entre la vida y la muerte, mostrando cómo los personajes lidian con la posible partida de Tona (Mateo García Elizondo), un padre de familia que lucha contra un cáncer terminal.
Sol (Naíma Sentíes), la hija de 7 años de Tona, es plenamente consciente de la sombra que la rodea y desde el primer momento confiesa a su madre su mayor deseo: "Que no se muera mi papá". A partir de ahí, la película nos sumerge en la intimidad de una familia enfrentando la enfermedad terminal de uno de sus miembros y cómo cada uno de ellos lidia con la posible pérdida. Tías discutiendo por cosas sin importancia, niños jugando y peleando por hacer el aseo, y la pequeña Sol escabullendose en la casa para escuchar las desalentadoras convesaciones de los adultos.
Mediante planos cerrados que envuelven a los personajes, tomas hechas con cámaras de mano, espacios a veces confinados y momentos cargados de tensión y oscuridad, Lila Avilés retrata la atmósfera cargada de muerte que permea la casa del abuelo. A pesar de ello, la pérdida se contrapone con momentos de humor, sonrisas, muestras de afecto y una suerte de celebración a la vida, cuando la familia decide emplear todos sus recursos disponibles para festejar el último cumpleaños de Tona, que al mismo tiempo está disfrazado de una hermosa despedida.
A veces podría sentirse que la película sacrifica la acción en favor de momentos emotivos que requieren que el espectador se sumerja en un microcosmos de luto y celebración. Sin embargo, la intensidad emocional de cada escena es suficiente para mantenernos al filo del asiento y llevarnos al borde de las lágrimas Durante la proyección, inevitablemente recordé "Aftersun" de Charlotte Wells, donde también se respira una sensación muy parecida.
En entrevista con Quinto Poder, la directora Lila Avilés destaca la belleza intrínseca de su película al permitir que el espectador se sumerja y conecte con aspectos de su propia historia personal. Ella cree firmemente en la necesidad de historias que nos reconecten con nuestra humanidad, en un mundo que a veces tiende a reprimir la sensibilidad y las emociones auténticas.
"Algo que ha sido muy bello de la película es que de alguna forma el espectador entra y conecta con algo de su propia historia, creo que es es muy bello, no sólo como directora, sino como espectadora, también con la literatura, me gustan esos libros que de alguna forma te atraviesan, necesitamos estas historias que te regresen al humano, hay una necesidad de lo homogéneo, de no ser sensible, de no llores, y digo hay que abogar por ir a uno mismo, regresar a nuestro cuerpo, que nos acompañe y al final creo que eso es lo lindo del cine, es un espejo", expresó.
Sol es quizás el personaje más complejo. Ella carga con el peso tanto de la vida como de la muerte. La tristeza que emana de sus ojos tiene el poder de conmover a cualquier espectador. Pero su sensibilidad hacia la naturaleza se convierte en un contrapunto esperanzador en medio de la sombría realidad que su familia afronta. No obstante, cabe mencionar que la construcción y el desarrollo de cada uno de los miembros de la familia es brillante.
Poco a poco, cada uno va teniendo su protagonismo y mostrando cómo le afecta la pérdida de un ser querido. Desde refugiarse en el alcohol, hasta pedirle a una especie de chamana que realice una limpia en la casa, cada uno de ellos enfrenta la eventual muerte de la mejor manera posible. Avilés buscó un equilibrio entre los personajes; cada uno se convierte en un microuniverso, portando su propia esencia y perspectiva, expresándose a través de sus diálogos y sus acciones individuales.
"Que si tu geografía, género, religión, no importa eso, uno puede reconectar con la historia, con su familia, amigos, o su perrito, lo que era muy fuerte de hacer esta película era encontrar ese equilibrio, o desequilibrio en todos los personajes, que se sintieran con esa vitalidad, y que cada escena trae un microuniverso, en su forma de hablar, en su búsqueda, para mí era de vitalidad importancia poner atención ahí, para mí todos los personajes son importantes, son parte de la película, hay que dárselo su lugar y su atención", dijo.
Un pez, un bonsái, un pastel o un cuadro de animales, en el microuniverso de Lila Avilés, pueden convertirse en un TÓTEM que refuerza el vínculo familiar dentro de la película. El regalo de un tótem puede representar un vínculo perpetuo, un recordatorio tangible de la esencia del individuo, sus valores o su conexión con la familia. Además, este acto también puede simbolizar el deseo de transmitir fuerza, protección o compañía en el viaje final de una persona, y esto se ve increíblemente representado en cada uno de los regalos que los personajes se dan en la cinta.
"Siento que es muy lindo lo de los títulos, de alguna forma te ayudan a unir la especie de una búsqueda y te ayuda a ser más congruente, lo que es muy lindo es que poco a poco ayuda a no sólo ser la anécdota sino que la historia no sólo es la anécdota, sino que está en muchas otras partes", nos contó Lila Avilés.
En su segunda película, "Tótem", Lila Avilés logra crear una obra que podría resultar compleja e incluso lenta para algunos espectadores, mientras que para otros podría ser un duro golpe que desencadene lágrimas debido a su carga emocional. Esta película ofrece una perspectiva auténtica sobre la vida y la muerte, explorando cómo una niña enfrenta esta realidad. Desafía las convenciones establecidas, abraza la complejidad emocional y destaca la importancia de una narrativa íntima y reflexiva.
TÓTEM Ffue elegida por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) para representar a México en los 96° premios Oscar y tendrá su estreno en salas de cine de México el próximo 30 de noviembre.
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