El hombre lobo llega a Amazon Prime con Rabia de Jorge Michel Grau

"Rabia", la obra maestra de Jorge Michel Grau, finalmente ha llegado a Amazon Prime después de dejar una marca indeleble en prestigiosos festivales como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, el Fantastic Fest y el Festival Internacional de Cine de Guanajuato.

Desde los primeros minutos de la película, el drama, el misterio y, sobre todo, el terror se manifiestan de manera impactante. Alan (Max Najar) y su padre Alberto (Juan Manuel Bernal) huyen de la dolorosa pérdida de su madre y se refugian en una unidad habitacional. Con el paso de los días, Alberto debe lidiar con la hostilidad de sus vecinos, quienes le exigen que pague las supuestas deudas de su difunto hermano. Mientras tanto, Alan descubre mensajes ocultos de su tío que lo llevan a creer que su padre es un hombre lobo.

En una entrevista con Quinto Poder, Jorge Michel Grau nos revela que "Rabia" forma parte de una trilogía de terror centrada en la familia y la pérdida. Mientras que su ópera prima, "Somos lo que hay" (2010), abordó la pérdida de la figura paterna, en esta ocasión, se enfoca en la pérdida maternal.

Grau, con su maestría en el arte del cine de terror mexicano, nos muestra cómo este género puede reflejar la violencia familiar en nuestra sociedad de manera honesta y cruda. Su mirada se adentra en "Rabia", donde los personajes se ven atrapados en dos tipos de encierro: uno físico, en la unidad habitacional, y otro emocional, en la mente de un niño atormentado.

"El terror ofrece una puerta a la exploración profunda de personajes y conceptos. Creo que brinda al público la oportunidad de sumergirse en nuevas historias. El cine de terror mexicano no es algo comercial, está arraigado en su esencia, habla desde la oscuridad, de una manera auténtica", expresa Grau.

La película está repleta de simbolismo y capas que invitan al espectador a adentrarse en su propia interpretación. Es un viaje que trasciende el género de terror convencional, explorando temas sociales profundos como la violencia intrafamiliar y los problemas de salud mental.

Juan Manuel Bernal, protagonista de la película, ofrece una visión intrigante de cómo la unidad habitacional se convierte en un microcosmos de la violencia que presenciamos en nuestra sociedad cotidiana.

"El espacio se convierte en un microcosmos de un mundo violento. Fue perfecto que nos encerráramos ahí, que prácticamente viviéramos ahí, porque la película es un retrato de un mundo en descomposición. La unidad habitacional y la manera en que los otros personajes nos reciben con violencia reflejan lo que vivimos todos los días cuando salimos a la calle. Cuántas escenas familiares de violencia ocurrieron durante la pandemia, cuántas familias se rompieron debido al encierro. La película es una metáfora, un retrato del siglo XXI, incluso aparece un personaje que parece un zombie", relata.

La figura del hombre lobo, tan icónica en el cine de terror, adquiere una nueva dimensión en esta película, funcionando como una metáfora magistral de la locura. La esquizofrenia se convierte en la clave para comprender esta transformación. La línea entre la realidad y la ficción se desdibuja, dejando al espectador cuestionando si lo que observa es el resultado de una enfermedad o si, de hecho, existe un hombre lobo aterrorizando el vecindario.

La película se destaca por su habilidad para generar tensión en los espectadores y por el nivel metafórico con el que utiliza la rabia para denotar los sentimientos negativos y violentos que habitan en cada uno de los personajes, quienes experimentan un estrés constante.

"La figura del hombre lobo es una reflexión y una metáfora. El hombre lobo no es consciente de sus acciones, se transforma y olvida. Tomar esta figura fue encontrar a un cómplice inconsciente de movilidad, es perfecto para retratarlo como monstruo y guía", afirma el director.

Mientras que Juan Manuel dijo: "La metáfora de los hombres lobo tiene muchas capas en la película y creo que desafía al espectador inteligente, a aquel que no le gusta que le den todo masticado. Al espectador que va construyendo sus propias conclusiones. Me encanta que puedan salir a tomar un café y quizás uno haya visto una película diferente. No creo que una lectura excluya a la otra, más bien se complementan".