Nuestro reloj biológico no siempre está sincronizado con nuestra edad cronológica. La forma en como uno vive el día a día, el tipo de alimentación y los hábitos, además de la herencia genética, son factores que determinan la velocidad del desgaste de nuestro cuerpo.
De acuerdo con un estudio publicado en Aging, una revista especializada en investigaciones médicas, una salud mental deficiente nos hace envejecer más rápido que las enfermedades meramente físicas y los hábitos dañinos como el tabaquismo.
No hay una forma exacta de determinar nuestra “verdadera” edad, sin embargo investigadores de Estados Unidos y Hong Kong desarrollaron un algoritmo que propone una nueva forma de medirla, la cual toma en cuenta varios factores de salud psicológica y biomarcadores sanguíneos.
Los investigadores descubrieron que los factores psicológicos, como sentirse infeliz o solo, envejecían hasta 1,65 años la edad biológica de una persona. Esto es mayor que tienen otras variables, como el sexo biológico, lugar de residencia, estado civil o tabaquismo.
Aunque esto no quiere decir que el tabaquismo es menos riesgoso que las enfermedades mentales, sino que los problemas mentales, como la depresión, podrían tener un mayor impacto negativo en el envejecimiento de alguien comparados con los daños de alguien que solamente fumara.
“Llegamos a la conclusión de que el componente psicológico no debe ignorarse en los estudios sobre el envejecimiento debido a su impacto significativo en la edad biológica”, escriben los autores.
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