Incluso las ONGs advierten sobre la falta de interés y metodologías adecuadas para llevar un registro de desplazamientos.
La cifra oficial de desplazados por la violencia en México presentada por la CNDH ante el Senado en 2016, calculaba en 90 mil el número de desplazados, pero la cifra no oficial podría ser tres veces mayor.
A pesar de la falta de información, organismos lograron recopilar datos de al menos cuatro estados con "localidades deshabitadas" como se les llama formalmente.
Los estados de Durango, Guerrero, Sinaloa y Tamaulipas son los más afectados.
La escena que mejor ilustra la situación se presentó a principios de junio, en Guerrero.
En Guerrero están los casos de Ajuchitlán del Progreso, San Miguel Totolapan, Teloloapan, Apaxtla y Zirándaro de los Chávez.
El caso más drástico es de los habitantes de Chilapa, que iniciaron un éxodo de aproximadamente 800 familias hacia lugares más seguros.
Los poblados de Tepozcuautla y Ahuihuiyuco pasaron a formar parte de la lista no oficial de pueblos fantasma, ante la violencia detonada por la guerra contra el narco.
En San Luis de la Loma, Guerrero, era una comunidad dedicada a la producción de mango, leche y ganado.
Ubicado a dos horas de Acapulco, en sus alrededores existen cientos de caseríos a la entrada de la Sierra Madre del Sur, los cuales han sido totalmente abandonados por sus habitantes.
La zona es propicia para la siembra de amapola, lo que ha provocado que células del cartel de Los Caballeros Templarios del vecino estado de Michoacán, busquen el control de la misma.
En Sinaloa se registraron desde 2015 una salida masiva de personas de distintos pueblos, primero por las operaciones para encontrar al "El Chapo" Guzmán Loera y ahora por la disputa de grupos delictivos del territorio al Cártel de Sinaloa.
En Huixiopa, Sinaloa se registraron tres desplazamientos en el año (2016), en el último, salió cerca del 90% de la población, según cifras estimadas.
El último censo arrojó que Huixiopa tenía 387 habitantes y está ubicado en el municipio de Badiraguato, donde nació "El Chapo".
Otros municipios de Sinaloa en los que han detectado poblados abandonados total o mayoritariamente son Concordia, San Ignacio, Culiacán, Choix, Mazatlán, Mocorito y El Fuerte, es decir, en siete de sus 18 municipios.
Parte de la población que huye de Sinaloa se desplaza al vecino estado de Durango, en donde también se han detectado comunidades en la misma situación en los municipios de Pueblo Nuevo, San Dimas y el Mezquital.
En el caso de Tamaulipas, la comunidad más afectada es Ciudad Mier, donde operan los Zetas y sus pandillas afines.
En Chihuahua, el caso más alarmante es Guadalupe, municipio al este de Ciudad Juárez, colindante con Texas, es casi un pueblo fantasma, donde casas nuevas están practicante abandonadas.
Chiapas es un estado con mayor rezago social, por ende los desplazamientos por el narco no son tan evidentes, pero tampoco se pueden ignorar.
La presencia del narco en la región indígena de la entidad se empezó a hacer más visible, con el asesinato del presidente municipal de la zona indígena de San Juan Chamula, Domingo López González.