- 12 de diciembre de 2025
La repartición del libro de López Obrador provoca dudas sobre los recursos del Senado con un "regalo" que nadie pidió.

Lo que inició como una supuesta cortesía navideña terminó convertido en uno de los escándalos internos más sonados de Morena en esta legislatura. La entrega masiva del libro Grandeza, escrito por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, y distribuido por el coordinador morenista Adán Augusto López Hernández, creó varias preguntas: ¿quién pagó realmente los miles de ejemplares?, ¿hubo descuentos?, ¿fue una compra personal o un gasto institucional disfrazado?
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La controversia estalló cuando las oficinas de los senadores de Morena comenzaron a llenarse de cajas, algunas con 12 y hasta 13 paquetes, cada uno con 20 libros. En promedio, cada legislador habría recibido entre 240 y 260 ejemplares.
Al precio comercial de 488 pesos por unidad, la distribución por senador rondaría los 117 mil pesos, y la operación completa para los 67 integrantes de la bancada alcanzaría los 7 millones 847 mil pesos.
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Senadores sorprendidos y versiones que se contradicen
Los legisladores no tardaron en expresar confusión. Algunos aseguraron que no les avisaron de la entrega; otros dijeron tener entendido que debían pagar los libros, ya fuese mediante descuentos automáticos o con cargo al presupuesto del grupo parlamentario.
Incluso legisladores consultados señalaron que se les pidió vender los ejemplares para recuperar el costo, lo que generó rechazo entre varios de ellos, quienes cuestionaron el uso de su tiempo y recursos para colocar cientos de libros.
La tensión creció cuando reporteros revelaron que dentro de las cajas había tarjetas firmadas por Adán Augusto López Hernández, lo que parecía confirmar que la entrega venía directamente de la coordinación de Morena en el Senado.
Adán Augusto cambia su versión y complica más el panorama
Ante el ruido mediático, Adán Augusto salió a aclarar que él había pagado todos los libros. "Prefiero regalar libros que vinos", declaró, asegurando que era un gesto personal y que no se trataba de recursos públicos.
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Sin embargo, esa explicación duró poco.
Al día siguiente, en una entrevista previa a la sesión del pleno, reconoció que todavía no paga los ejemplares y que está pendiente una reunión con la editorial para "hacer cuentas", ya que obtuvo un "descuento" que rebajó el costo a "ciento y tantos pesos" por unidad.
La contradicción volvió a generar especulaciones:
- ¿Fue una compra personal o institucional?
- ¿El descuento fue parte de un acuerdo privado o un beneficio gestionado a nombre del Senado?
- ¿Se usaron recursos públicos en algún punto del proceso?
La presidenta de la Mesa Directiva, Laura Itzel Castillo, confirmó que los libros fueron un regalo de Adán Augusto y adelantó que la bancada presentará próximamente Grandeza dentro del recinto legislativo. Alegó que "es importante no olvidar de dónde venimos", sugiriendo que la difusión forma parte de la identidad política de Morena.
El episodio, lejos de cerrarse, sigue generando preguntas sin respuesta. La presión política continuará hasta que Adán Augusto detalle con transparencia cuánto pagó, cómo pagó y por qué decidió inundar el Senado con miles de ejemplares de Grandeza.
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