CONFESÓ BAJO TORTURA
Caso Wallace: ¿Quién es Juana Hilda González Lomelí y por qué fue liberada tras 19 años?
Juana Hilda González Lomelí fue liberada por la SCJN tras 19 años presa por el caso Wallace; su condena se basó en confesiones obtenidas bajo tortura.
Después de pasar 19 años en prisión, Juana Hilda González Lomelí fue liberada por orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Esta decisión revive el polémico caso Wallace y revela profundas irregularidades en el proceso penal que la condenó. Pero ¿quién es ella, cómo fue implicada y qué llevó a su liberación?
Te puede interesar: Fallece a los 73 años Isabel Miranda de Wallace: así fue su lucha contra el crimen
El caso Wallace: un juicio mediático
Juana Hilda fue detenida en enero de 2006 por su presunta participación en el secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace Miranda, hijo de Isabel Miranda de Wallace. La entonces Procuraduría General de la República (PGR) la vinculó con el crimen ocurrido en 2005, lo que llevó a que, cinco años después, fuera condenada a 78 años de prisión por secuestro, delincuencia organizada y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
Desde su detención, su imagen fue expuesta ampliamente por los medios de comunicación. Fue apodada "La Za Za Za", por haber sido bailarina del grupo Clímax, y "La Carnada", en una narrativa que la posicionó como parte central del crimen. Esta exposición mediática, según su defensa, influyó negativamente en su proceso judicial, estigmatizándola públicamente sin pruebas sólidas.
Las irregularidades: tortura y pruebas inválidas
El reciente fallo de la SCJN, impulsado por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, señala que las confesiones que llevaron a su condena fueron obtenidas mediante tortura física y psicológica. Según el expediente, Juana Hilda fue ilegalmente trasladada a las instalaciones de la entonces SIEDO, donde fue víctima de violencia sexual, presiones y amenazas para confesar crímenes que no cometió.
Las autoridades utilizaron esas confesiones para obtener otras pruebas, como cateos en su domicilio y el de su coimputada, Brenda Quevedo Cruz.
El ministro indicó que las pruebas sólo demuestran que Hugo Alberto y Juana Hilda se conocían y que hubo un altercado en casa de ella entre el 3 y el 8 de julio.
No obstante, la Corte concluyó que todas esas pruebas deben invalidarse por derivar de actos de tortura. "No hay una sola prueba que vincule directamente a Juana Hilda con la desaparición de Wallace el 11 de julio de 2005", señala el proyecto aprobado.
"Estas circunstancias, pueden ser suficientes para generar una sospecha de Juana Hilda, pero no para demostrar plenamente que ella intervino en la privación de la libertad y muerte de Hugo Alberto", afirmó.
¿Quién es Juana Hilda González Lomelí?
Además de ser madre de dos hijos, Juana Hilda fue artista y bailarina antes de ser detenida. En 2006, su vida cambió radicalmente cuando fue arrestada y expuesta como culpable sin que se respetaran sus derechos fundamentales. Durante todo este tiempo, su defensa ha señalado cómo el proceso estuvo lleno de irregularidades, omisiones y violaciones al debido proceso.
El caso se reactivó meses después del fallecimiento de Isabel Miranda de Wallace, fundadora de la organización "Alto al Secuestro" y figura central en la presión mediática y política para mantener encarceladas a las personas implicadas en el caso, incluyendo a Brenda Quevedo, quien también denunció tortura y cuya situación sigue bajo revisión.
¿Qué significa su liberación?
La decisión de la SCJN representa un duro golpe a los procedimientos judiciales basados en tortura y detenciones arbitrarias. En palabras del ministro Gutiérrez Ortiz Mena, "la justicia no puede construirse sobre la base de confesiones arrancadas con violencia ni sobre pruebas obtenidas mediante coacción".
Te puede interesar: ¿Quién es Brenda Quevedo y cuál es su papel en el caso Wallace?
Juana Hilda González Lomelí no solo recupera su libertad tras casi dos décadas, sino que su caso podría sentar un precedente clave en el sistema de justicia penal mexicano, especialmente en contextos donde los medios y la política se cruzan con los derechos humanos.
La liberación de Juana Hilda no implica necesariamente el cierre del caso Wallace, pero sí obliga a una profunda revisión de todo el proceso y de los métodos utilizados por la Fiscalía y otros actores. Ahora, el foco está en que otras personas implicadas bajo condiciones similares, como Brenda Quevedo Cruz, también reciban justicia.
Para más noticias, no dudes en seguirnos en Google News y en nuestro canal de WhatsApp para recibir la mejor información. Te invitamos a suscribirte gratis a nuestro Newsletter.
Notas Relacionadas
1
