- 11 de junio de 2025
La tensión entre México y Estados Unidos se intensifica ante las recientes redadas migratorias en California y la polémica propuesta de un impuesto a las remesas

La relación entre México y Estados Unidos vuelve a pasar por un momento tenso. Las redadas contra migrantes en California, la amenaza de un impuesto a las remesas y las diferencias sobre seguridad y comercio han encendido la agenda bilateral a pocos días de que la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump se reúnan por primera vez en persona, durante la cumbre del G-7 en Alberta, Canadá.
El foro internacional, que se celebrará del 15 al 17 de junio, será el escenario para este primer encuentro entre ambos mandatarios. La delegación mexicana ya trabaja para concertar una reunión bilateral con Trump, además de encuentros con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, y otros líderes.
La agenda de Sheinbaum estará centrada en tres temas clave: las políticas migratorias de Trump, el impuesto propuesto a las remesas enviadas por migrantes y las recientes medidas comerciales que afectan al acero y al aluminio mexicanos.

Redadas en California elevan el conflicto
La tensión se disparó en los últimos días tras las redadas lanzadas por el gobierno estadounidense en California. Más de dos mil agentes de la Guardia Nacional fueron desplegados en Los Ángeles para contener las protestas de migrantes contra las políticas antiinmigrantes de Trump.
La respuesta mexicana no tardó. La presidenta Sheinbaum pidió a las autoridades de Estados Unidos que todos los procedimientos migratorios se realicen respetando los derechos humanos y el debido proceso. En un comunicado, recordó que "millones de mexicanos en Estados Unidos son trabajadores honestos que contribuyen de forma esencial a ambas economías".
Al mismo tiempo, rechazó los actos de violencia durante las protestas, como la quema de vehículos policiales, y pidió a la comunidad mexicana mantener una postura pacífica.

Las remesas, un punto clave en la disputa
Uno de los temas más sensibles en este contexto es la propuesta impulsada por Trump para imponer un impuesto del 3.5% a las remesas que los migrantes indocumentados envían desde Estados Unidos a México.
La medida tendría un impacto directo en millones de familias mexicanas que dependen de estos recursos para su subsistencia. Las remesas representan hoy uno de los principales motores de la economía mexicana. Según la presidenta, sin ellas "la pobreza sería mucho mayor" en el país.
Además del golpe económico, el gobierno mexicano considera que este impuesto enviaría un mensaje hostil a los migrantes, que han sido una constante fuente de tensiones políticas en la agenda de Trump. El contexto en el que se producirá la reunión entre Sheinbaum y Trump es de alta tensión. Mientras México busca defender los derechos de sus migrantes y proteger las remesas, Washington llega a la mesa con otras prioridades.

Para Trump, el combate a los cárteles mexicanos y el fortalecimiento de la seguridad fronteriza son temas centrales. También se esperan presiones en el terreno comercial, especialmente tras el aumento de los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio.
México, por su parte, aún no ha respondido con medidas recíprocas, aunque la presidenta ha dejado abierta esa posibilidad. Empresas mexicanas del sector han pedido al gobierno que actúe, mientras la administración federal sigue apostando por la cautela.
Comercio y seguridad, otros frentes en disputa
Más allá de la crisis migratoria, la reunión bilateral abordará temas comerciales y de seguridad. La reciente decisión de Trump de elevar los aranceles ha generado preocupación en sectores clave como el automotriz, que depende en gran parte de insumos estadounidenses.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ya ha sostenido reuniones con sus contrapartes estadounidenses en busca de soluciones. Sin embargo, los avances concretos son todavía limitados.
En paralelo, Washington insiste en reforzar la cooperación en materia de seguridad, con especial atención en la lucha contra los cárteles mexicanos. México, por su parte, reitera la necesidad de una cooperación respetuosa y equilibrada.

¿Relación bilateral en juego?
El viaje a Canadá será el segundo compromiso internacional de la presidenta Sheinbaum, y su primera oportunidad para establecer un canal de diálogo directo con Trump.
En un momento en que la agenda bilateral está cargada de fricciones, el resultado de este encuentro podría marcar el tono de la relación entre ambos gobiernos en los próximos meses.
Por ahora, México mantiene su postura: defender los derechos de sus migrantes, proteger las remesas y buscar acuerdos que respeten su soberanía. Pero la confrontación parece inevitable en varios frentes. El G-7 será el escenario donde ambos líderes deberán medir fuerzas y, quizás, buscar algún punto de entendimiento.
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