EL GOBER PRECIOSO VUELVE A PRISIÓN
Mario Marín, exgobernador de Puebla, regresa al Altiplano por caso Lydia Cacho
El exgobernador fue traslado al Penal del Altiplano después de que un tribunal determinara que no debería estar en prisión domiciliaria.
Seis meses después de haber obtenido prisión domiciliaria, el exgobernador de Puebla, Mario Marín, fue trasladado de regreso al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México. La decisión se tomó luego de que un tribunal revocara la medida cautelar, argumentando el alto riesgo de fuga del exmandatario, acusado de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
El traslado ocurrió la tarde de este miércoles en un operativo encabezado por elementos de la Guardia Nacional, quienes acudieron a su domicilio en Xilotzingo, Puebla, para notificarle la revocación del beneficio.
Lydia Cacho celebra la decisión
Minutos antes de las 19:00 horas, la organización Artículo 19 compartió un video en el que Lydia Cacho confirmó el regreso de Marín al Altiplano y celebró la resolución del Tribunal de Apelación de Quintana Roo.
"Hoy celebramos la resolución del tribunal bajo la cual Mario Marín seguirá su proceso en el Altiplano bajo máxima seguridad, atendiendo al riesgo de fuga y para la protección de las víctimas", expresó la ONG.
Cacho también reveló que dos de los tres jueces calificaron a Marín como un "preso peligroso" y advirtió que, mientras estuvo en prisión en Cancún, construyó una red de corrupción con apoyo de actores políticos, incluyendo miembros de Morena y otros partidos.
Mario Marín dejó el penal del Altiplano el 14 de agosto de 2024 para cumplir su proceso en prisión domiciliaria. En ese momento, sus abogados lograron que un juez le otorgara el beneficio con restricciones como el uso de un brazalete electrónico y vigilancia constante, además de la prohibición de salir del estado de Puebla. Sin embargo, la decisión fue revertida este 2 de abril tras considerar que existía un alto riesgo de fuga.
¿De qué se le acusa?
Mario Marín es señalado por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho, quien en diciembre de 2005 fue detenida sin orden de aprehensión por la policía poblana en Cancún. Durante su traslado a Puebla, que duró cerca de 20 horas, Cacho sufrió maltratos físicos y psicológicos, además de amenazas de muerte.
Su detención estuvo relacionada con la publicación del libro Los demonios del Edén, en el que la periodista denunció una red de pederastia que involucraba a empresarios y políticos.
Tras pasar más de dos años prófugo, Marín fue detenido en febrero de 2021 en Acapulco, Guerrero, y recluido en el Altiplano, hasta que en agosto de 2024 obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria, ahora revocado.
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