Clara Brugada impulsa la defensa y valorización de los ejidos en la CDMX

Durante su participación en el foro de consulta "Los Ejidos y las Comunidades Agrarias en el Segundo Piso de la Cuarta Transformación: Rescate, defensa y revalorización", Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, llamó a reconocer la importancia de las zonas ejidales y rurales. Enfatizó que estas comunidades han sido fundamentales para el desarrollo urbano y ambiental, al tiempo que abogó por revertir la deuda histórica que el país tiene con ellas.

"Es urgente saldar la deuda histórica con nuestras comunidades rurales y ejidales, que han enfrentado el impacto del neoliberalismo, el corporativismo y la exclusión, mientras defendían las zonas de conservación de la capital", expresó Brugada ante funcionarios y líderes agrarios.

Reconociendo la importancia de lo rural en lo urbano

Brugada subrayó que los ejidos no solo sostienen la vida rural, sino que también son indispensables para la calidad de vida en las ciudades. "Hoy, lo urbano le debe más a lo rural. Necesitamos ruralizar la Ciudad de México, reconociendo que los ejidos nos proveen de agua, oxígeno y alimentos, elementos vitales para todos los capitalinos", indicó.

La mandataria destacó la relevancia de áreas como Tlalpan, Milpa Alta, Xochimilco y Tláhuac, que forman parte del Bosque de Agua, una reserva natural que abastece de recursos esenciales no solo a la Ciudad de México, sino también a estados vecinos como Morelos y el Estado de México.

"El agua que consumimos y el oxígeno que respiramos dependen de estas zonas de conservación, protegidas durante años por nuestras comunidades rurales", enfatizó.

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Una visión desde la justicia agraria

Jesús Ramírez Cuevas, coordinador de asesores de la Presidencia de la República, destacó que los ejidos representan más del 50 % del territorio nacional y han sido protagonistas de las grandes transformaciones históricas de México, como la Independencia, la Reforma y la Revolución.

"Las comunidades ejidales son el corazón de México. Representan nuestra conexión con la tierra, nuestra cultura y nuestra historia de resistencia frente a las adversidades", señaló Ramírez.

Asimismo, Víctor Suárez Carrera, procurador agrario, subrayó que este foro marca un cambio histórico al integrar a las comunidades rurales y ejidales en la construcción del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030. "Por primera vez, las decisiones estratégicas de desarrollo no se basan en organismos internacionales, sino en la consulta directa con el pueblo, como parte de los principios de la Cuarta Transformación", afirmó.

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El ejido como modelo de resistencia

Para Brugada, los ejidos no son solo un legado de la lucha agraria en México, sino también una pieza clave para el equilibrio ambiental de la Ciudad de México. "El ejido es un pilar para miles de familias campesinas y, al mismo tiempo, un sistema que debemos proteger para garantizar la seguridad alimentaria y ambiental", expresó.

Brugada insistió en que estas comunidades han enfrentado décadas de abandono y exclusión, pero su papel es insustituible. "Nuestros ejidos son barreras naturales contra el cambio climático, regulan el ciclo del agua y son indispensables para nuestra supervivencia en una ciudad que depende cada vez más de estos recursos", explicó.

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Políticas públicas con enfoque rural

La mandataria llamó a diseñar políticas públicas que fortalezcan las comunidades rurales, asegurando su acceso a derechos básicos y fomentando la producción agroecológica. Entre sus propuestas destacó el impulso de programas que reconozcan el valor ambiental de las tierras ejidales, al tiempo que se fomente su aprovechamiento sostenible.

"El desarrollo urbano debe ir de la mano con el respeto y la conservación de nuestras zonas rurales. No podemos seguir creciendo a costa de nuestros ejidos; es necesario que las políticas públicas reflejen esta interdependencia y beneficien tanto a lo urbano como a lo rural", puntualizó.

En su intervención, Brugada también reconoció el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum en materia ambiental y de justicia social, asegurando que el gobierno de la Ciudad de México seguirá trabajando para proteger las tierras ejidales y garantizar el bienestar de sus habitantes.

"El futuro de nuestra ciudad está ligado al bienestar de nuestras comunidades rurales. Es nuestra responsabilidad saldar esta deuda histórica y asegurar que los ejidos sigan siendo un pilar para el desarrollo sostenible de la capital", concluyó.

El foro de consulta marcó un punto de inflexión al integrar las voces de las comunidades agrarias en la planificación nacional, resaltando la importancia de los ejidos como actores clave para el desarrollo del país. Las reflexiones y propuestas presentadas en este evento buscan no solo revalorar estas zonas, sino también garantizar que sus aportaciones sean reconocidas y retribuidas, creando un modelo de desarrollo más equilibrado y justo.

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