- 01 de octubre de 2024
La presidente electa rechazó que vaya a haber una militarización del país con la reforma sobre la Guardia Nacional "No tienen por qué preocuparse".
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum rechazó los señalamientos de organismos internacionales que advierten sobre los riesgos que conlleva la reforma constitucional que promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador para que la Guardia Nacional forme parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En ese contexto, la futura mandataria, negó que eso signifique la militarización del país. Además, aseguró que se respetarán los derechos humanos y que la medida fortalecerá la institución sin convertirla en una entidad militar.
"No tienen por qué preocuparse, no significa militarización, por más que digan lo que digan. Militarización quiere decir que hay un mando militar que está tomando decisiones y las decisiones las toma el comandante o la comandanta suprema de las fuerzas armadas. Es un poder civil", argumentó.
Sheinbaum, quien asumirá el cargo el 1 de octubre, respaldó la iniciativa de López Obrador para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administre la Guardia Nacional, una corporación con más de 120 mil elementos que ahora depende de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Desde el inicio de su mandato, López Obrador ha asignado a las Fuerzas Armadas diversas tareas, incluyendo la seguridad pública, la construcción de obras de infraestructura, la administración de aduanas y puertos, y la dirección de empresas del Estado, como el Tren Maya.
La discusión sobre la reforma ha generado un intenso debate en el país, con implicaciones significativas para el futuro de la seguridad pública y el papel de las Fuerzas Armadas en México.
Aprueban reforma a la Guardia Nacional
Con 362 votos a favor y 133 en contra, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma para que la Guardia Nacional pase a formar parte del Ejército; aún falta discutir las propuestas de modificación de los partidos.
La reforma, que forma parte del "Plan C" del presidente Andrés Manuel López Obrador, desató polémica entre los legisladores. Por un lado, Morena y sus aliados le dieron un respaldo total al dictamen, mientras los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano la rechazaron desde un principio.
Una vez aprobada en lo general y particular en la Cámara baja, la minuta pasará de inmediato a la Cámara de Senadores para su discusión y aprobación. Se prevé que la reforma sea procesada de forma inmediata en la Cámara alta, tal y como sucedió con la reforma al Poder Judicial.