- 26 de septiembre de 2024
El pozole se ha convertido en un platillo indispensable en las fiestas patrias.
El mes de septiembre trae consigo el inconfundible aroma del pozole, un platillo que, con su rica historia y sabores deliciosos, se ha consolidado como un elemento fundamental en las festividades del 15 y 16 de septiembre. En este contexto, el pozole representa la unión, la cultura y las tradiciones que son el corazón de esta importante celebración.
No cabe duda de que este platillo es indispensable en las fiestas patrias, sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado cuáles son los verdaderos orígenes de este exquisito platillo?
Orígenes del Pozole
Según historiadores, el pozole tiene sus raíces en la civilización mexica, donde el maíz era considerado un alimento sagrado. Se cree que los aztecas y mexicas preparaban una versión primitiva del pozole utilizando maíz nixtamalizado, carne humana y hierbas aromáticas, un platillo que se ofrecía en ceremonias religiosas, celebraciones y festividades de gran relevancia.
De acuerdo con el sitio web NotiConquista de la UNAM, el ritual de preparación de este platillo comenzaba con la captura de un enemigo por parte de un guerrero. El cautivo, del mismo rango de batalla, era llevado a Tenochtitlan y tratado con todos los honores para impregnarse del "tonalli" de su captor, cumpliendo así con un deber hacia los dioses, los gobernantes y el gremio al que pertenecía.
El prisionero era sacrificado en la piedra de los sacrificios en el templo, y su corazón era arrancado en un ritual que, según la creencia, alimentaba al sol y a las múltiples deidades. Tras el sacrificio, el cadáver era arrojado por la escalinata del templo y recuperado por el guerrero, quien lo llevaba a su hogar para ser cocinado.
Según Bernardino de Sahagún en su obra Historia general de las cosas de Nueva España, "Cocían la carne con el maíz, y daban a cada uno [de los convidados] un pedazo de aquella carne en una escudilla o caxete, con su caldo y su maíz cocida."
El pozole como actualmente lo conocemos
Con la llegada de los españoles a América en el siglo XVI, la historia del pozole tomó un giro significativo. Los europeos introdujeron ingredientes como el cerdo y diversas especias, que se mezclaron con los elementos nativos, dando lugar a nuevas variantes de este platillo tradicional.
Una de las características más destacadas del pozole es su diversidad regional en México. Cada estado tiene su propia versión, y las diferencias en ingredientes y métodos de preparación reflejan la rica diversidad cultural y gastronómica del país.
Entre las variantes más populares se encuentran el pozole rojo (con chiles secos), el pozole verde (con cilantro y chiles verdes) y el pozole blanco (sin chiles). Además, en algunas regiones se preparan pozoles con mariscos, hongos, aguacate, y más, según la creatividad del cocinero y las particularidades de la región. Síguenos en WHATSAPP y suscríbete a nuestro NEWSLETTER .