Un par de asaltantes eligieron a sus víctimas del día: una pareja. El plan era quitarles sus pertenencias y huir impunemente cómo suelen hacer. Se dirigieron hacia sus víctimas y comenzaron a amenazarlos.
Lo que los ladrones no sabían es que eran observados por los pobladores de la comunidad, quienes se habían organizado previamente para ponerle un freno a la situación de inseguridad que predomina, en gran medida por la falta de respuesta por parte de las autoridades.
Mientras asaltaban a la pareja, una turba enardecida se dirigió hacia ellos. Ambos salieron corriendo, uno logró huir, pero el otro tuvo la mala fortuna de tropezar y quedar a merced de los pobladores, quienes no dudaron en darle la "paloterapia".
Tras propinarle una severa golpiza, los pobladores cargaron con el asaltante y desde un puente lo arrojaron al caudal del río Fucha, que transporta aguas residuales en Bogotá, Colombia. Los habitantes de la comunidad de Santa Ana justificaron su actuar al decir que están "cansados" de la delincuencia.
A pesar de que fue golpeado y arrojado desde una altura de 10 metros, el ladrón sobrevivió; sin embargo, presenta una fractura en una pierna y un severo traumatismo craneoencefálico, por lo que se encuentra bajo observación en un hospital.
Para poder rescatarlo del río de aguas residuales, el Heróico Cuerpo de Bomberos de Bogotá tuvo que montar un operativo. Por increíble que parezca, la Policía Metropolitana también arribó a las labores de auxilio.
El delincuente está en calidad de detenido mientras se recupera en el hospital, pero las autoridades le han solicitado a las personas que presenten una denuncia formal, de lo contrario, quedará libre en cuanto sea dado de alta.
