- 10 de junio de 2025
El cuerpo colgaba sobre el techo del auto mientras el conductor continuó avanzando sin detenerse.

Viviana Villalba, una joven argentina de 22 años, murió la madrugada del 8 de junio tras ser arrollada por un conductor en la ciudad brasileña de Giruá, estado de Río Grande do Sul. El caso ha provocado indignación internacional por un hecho aterrador: el cuerpo de la víctima fue arrastrado varios kilómetros sobre el techo del vehículo, sin que el automovilista detuviera la marcha.
Dos grabaciones de cámaras de seguridad muestran al coche circulando a gran velocidad mientras el cuerpo de Viviana queda enganchado al techo y parte de su torso cuelga por la ventana trasera. Las imágenes fueron captadas entre las 3:48 y 3:52 de la madrugada, poco después del impacto en la ruta ERS-344, cerca del centro de Giruá.

El conductor dijo que pensó haber atropellado un animal
El automovilista, cuya identidad no ha sido revelada, declaró a la Policía Civil de Río Grande do Sul que la zona estaba cubierta de niebla y que creyó haber golpeado a un animal. Solo al llegar a su casa y estacionar en su garaje se dio cuenta de la gravedad del hecho. Fue entonces cuando llamó a la policía y se entregó voluntariamente.
Sin embargo, las autoridades no han descartado que el conductor se haya percatado del impacto y no haya actuado debidamente. La comisaria Elaine Maria da Silva confirmó que "se ve claramente cómo el cuerpo de la víctima está sobre el auto", lo que contradice parcialmente la versión del acusado.
Viviana había viajado desde la localidad argentina de Dos de Mayo, Misiones, apenas dos semanas antes del accidente. Según testimonios de allegados, había encontrado trabajo en un boliche nocturno de la zona. Murió el día de su cumpleaños y dejó a una hija de cuatro años, por quien su familia ahora exige justicia y la repatriación inmediata del cuerpo.

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El caso fue tipificado como homicidio culposo
Por ahora, el expediente judicial califica el hecho como homicidio culposo en la conducción de vehículo automotor, aunque las pericias técnicas y testimonios pendientes podrían modificar la tipificación. El vehículo involucrado presenta daños visibles: cristales rotos y señales claras del punto de impacto.
Mientras tanto, el conductor permanece en libertad y coopera con las autoridades. Amigos y familiares, en cambio, exigen una revisión de los hechos y mayor severidad en la sanción, dado lo macabro del recorrido con el cuerpo de Viviana.
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