Empalado por una selfie: turista sufre brutal accidente en el Coliseo de Roma

Lo que debía ser la postal perfecta desde el Coliseo de Roma se convirtió en una escena digna de los antiguos espectáculos sangrientos que alguna vez tuvieron lugar en su interior. Un turista estadounidense de 47 años terminó empalado en una reja tras intentar escalarla para tomarse una selfie, según testigos del lugar.

El incidente ocurrió alrededor de las cinco de la tarde del viernes 4 de mayo. En cuestión de segundos, el hombre perdió el equilibrio y cayó sobre una de las puntas metálicas, la cual se le incrustó en la zona sacrolumbar. Los gritos de dolor paralizaron a los presentes.

Una escena sangrienta frente a decenas de turistas

"El hombre comenzó a gritar de dolor y a perder sangre hasta que quedó inconsciente colgando de la barandilla", reportó el diario Il Messaggero. La escena ocurrió a plena luz del día, frente a cientos de visitantes.

Pocos minutos después llegaron una ambulancia, Carabineros y un equipo de la Policía Financiera. Para poder liberarlo sin provocar una hemorragia fatal, los rescatistas lo sedaron antes de iniciar una maniobra que se prolongó durante 20 minutos.

El turista fue estabilizado en el lugar y luego trasladado al hospital San Giovanni. Allí fue operado de urgencia y requirió más de 80 puntos de sutura. Su estado es grave, pero estable.

Por ahora, las autoridades italianas no han emitido una versión oficial ni lo han interrogado. La reja está colocada para impedir el ingreso no autorizado al monumento, por lo que escalarla constituye una falta administrativa. Años atrás, dos visitantes pagaron una multa de 900 dólares por una acción similar. En este caso, dada la gravedad del incidente, la sanción podría ser mayor.

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El Coliseo, entre ruinas y riesgos modernos

Aunque el accidente fue producto de una imprudencia personal, el suceso reabre el debate sobre los límites del turismo de riesgo, la obsesión por las selfies extremas y el respeto a los patrimonios históricos. El Coliseo, símbolo de la Roma imperial, ahora también carga con la imagen de un visitante colgado de su cerca, entre la vida y la muerte.

¿El precio de una buena foto? Para este turista, fue una cicatriz profunda... y posiblemente una buena suma en multas.

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