Ya sea por un meteorito gigante o un planeta oculto detrás de nuestra estrella que eventualmente chocará contra la Tierra o porque se abran los siete sellos y comience el Apocalipsis bíblico, a lo largo de la historia muchos profetas y videntes han dado su versión del fin del mundo. En esta época desacralizada, quienes se encargan de darnos visiones sobre la destrucción del planeta son las instituciones científicas: calentamiento global, Armagedón nuclear o alguna amenaza proveniente del espacio, quienes estudian estos fenómenos son los que nos alertan de escenarios catastróficos.
La Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) publicó a comienzos de agosto un estudio sobre el ciclo vital del Sol, con datos obtenidos gracias a la misión Gaia, de cartografía estelar, la cual se enfoca en estudiar al Sol, aunque también ha servido para conocer mejor otras estrellas de nuestra galaxia.
El análisis estimó la edad del Sol en la actualidad y calculó cuántos años le quedan aproximadamente de vida. También dieron detalles sobre los procesos que padecerá nuestra estrella conforme se acerque su muerte y se encoja para ser una enana blanca.
De acuerdo con el estudio publicado por la Agencia Espacial Europea, la edad actual del sol es de 4,570 millones de años y se estima que su ciclo vital será de 10 mil millones de años, por lo que el Sol es una estrella de mediana edad.
A la mitad de su vida, nuestra estrella pasa por una etapa sumamente estable en cuanto a las reacciones químicas que provocan su brillo y calor. Conforme envejezca, se agotará el combustible de hidrógeno en su núcleo y comenzará el proceso de fusión, momento en el que la Agencia Espacial espera que “se hinche hasta convertirse en una estrella gigante roja, bajando la temperatura de su superficie en el proceso”.
Estiman que el Sol alcanzará su temperatura máxima a los 8 mil millones de años, para entonces nuestro planeta será inhabitable para cualquier forma de vida, pues el agua será líquida será imposible.
Finalmente predicen que, alrededor de los 10 a 11 mil millones de años de edad, el Sol, luego de ser una gigante roja, se enfriará y llegará a su ocaso como una enana blanca, empalidecida, ya sin planetas alrededor.
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