- 13 de septiembre de 2024
La seriefilia, una pasión por las series podría estar más cerca de una adicción de lo que piensas. Descubre cómo este comportamiento compulsivo afecta áreas del cerebro.
En una era dominada por el acceso instantáneo a contenido digital, un fenómeno creciente se está apoderando de las noches de muchos: la incapacidad de dejar de ver series, lo que comúnmente se refiere como "seriefilia". Aunque disfrutar de un maratón ocasional de series, animes o telenovelas puede parecer inofensivo, expertos advierten sobre los riesgos de una adicción comportamental que comparte características con trastornos más conocidos.
México destaca como el país con el mayor porcentaje de miembros que ven Netflix a diario, revelando una obsesión por el contenido televisivo que puede tener consecuencias negativas en la salud mental y física de las personas, desde cambios en el estado de ánimo hasta problemas de sueño y rendimiento laboral, la adicción a las series puede afectar profundamente la vida cotidiana de quienes la padecen.
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La Seriefilia: ¿Una Adicción Oculta?
La Dra. Gabriela Orozco Calderón, jefa del Laboratorio de Psicobiología y Cognición Humana en la Facultad de Psicología de la UNAM, señala que aunque la "seriefilia" no está oficialmente reconocida como una adicción en los manuales de psiquiatría, exhibe signos preocupantes similares a otras adicciones. Estos incluyen comportamiento compulsivo, tolerancia (necesidad de consumir cada vez más contenido para sentir satisfacción) y síndrome de abstinencia (sentirse ansioso e irritable cuando no se está viendo la serie).
Síntomas de una adicción encubierta:
- Obsesión constante: Constantemente piensas en la serie que estás viendo, incluso cuando no estás viendo la televisión. Te encuentras planeando cuándo y cómo podrás ver el próximo episodio.
- Pérdida de control: A pesar de tus mejores intenciones de limitar tu tiempo frente a la pantalla, te resulta difícil detenerte una vez que empiezas a ver un episodio.
- Deseo intenso: Experimentas un deseo intenso o ansiedad por ver la siguiente parte de la serie. Puedes sentirte irritado o ansioso si no puedes ver la serie cuando quieres.
- Negligencia de responsabilidades: Descuidas otras responsabilidades, como el trabajo, los estudios, las relaciones personales o las tareas del hogar, porque prefieres pasar tiempo viendo la serie.
- Aislamiento social: Prefieres quedarte en casa viendo la serie en lugar de salir con amigos o participar en actividades sociales.
- Impacto en la salud: Experimentas problemas de sueño debido a quedarte despierto hasta altas horas de la noche viendo la serie.
Las consecuencias ocultas de una seriefilia descontrolada: Cómo abordar una adicción a las series
La adicción a ver series puede llevar a una serie de consecuencias negativas en la vida cotidiana, tales como:
- Mala alimentación: Priorizar el consumo de series lleva a elegir opciones rápidas y poco saludables para comer.
- Sedentarismo: Abandonar actividades físicas y sociales por permanecer frente a la pantalla.
- Problemas de salud: Aumento del riesgo de problemas cardíacos y obesidad.
- Alteraciones del sueño: Los maratones de series pueden provocar serios trastornos en el patrón de sueño, afectando la capacidad del cerebro para realizar procesos vitales durante el descanso.
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La Dra. Orozco Calderón añade que la falta de sueño puede disminuir significativamente la concentración, atención, aprendizaje y llevar a errores en tareas que requieren precisión.
¿Quiénes son Susceptibles?
Las personas más propensas a desarrollar esta adicción incluyen aquellas con una vida social limitada, personalidad impulsiva, problemas de autocontrol, trastornos del estado de ánimo, o que están bajo niveles significativos de estrés y utilizan las series como una forma de relajación.
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Estrategias de Tratamiento
Para abordar esta y otras adicciones comportamentales, se recomienda la terapia cognitivo conductual, que busca incrementar la conciencia emocional del paciente y enseñar estrategias para mejorar el autocontrol y el reconocimiento de las consecuencias de su comportamiento. Adicionalmente, algunos tratamientos farmacológicos, como el citalopram y la naltrexona, han mostrado ser efectivos.