- 01 de octubre de 2024
Entre los sectores más afectados y con mayor índice de suicidio se encuentran la salud y enseñanza
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una fecha impulsada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2003; este día busca concienciar sobre el suicidio, una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y fomentar acciones para reducir su impacto devastador.
De acuerdo con datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2022 se registraron más de 8 mil 400 suicidios en México, lo que representa un aumento sostenido en la última década, donde la mayoría de las víctimas son del género masculino, con una relación de cuatro hombres por cada mujer que se suicida.
Estados donde se presentan más casos de suicidio
Yucatán, Chihuahua y Campeche encabezan las estadísticas de estados con más suicidios per cápita y entre los factores comunes se incluyen:
- altos niveles de pobreza
- falta de acceso a servicios de salud mental
- alto estigma en torno a la búsqueda de ayuda psicológica.
Según estudios internacionales y nacionales, sectores como la salud y la enseñanza son especialmente vulnerables, pues los trabajadores de la salud, se enfrentan al agotamiento físico y emocional, al estrés y a la constante exposición a situaciones traumáticas, presentando así altas tasas de suicidio.
Área de la salud y la enseñanza, las más afectadas
En el caso de los educadores, el estrés laboral, la falta de reconocimiento, y en algunos casos, la precariedad de las condiciones laborales, han sido identificados como factores que contribuyen al deterioro de su salud mental y por ende, mayor riesgo del suicidio.
El Día Mundial de la Prevención del Suicidio tiene como objetivo principal sensibilizar sobre la importancia de hablar abiertamente del tema, eliminar los estigmas asociados y promover el acceso a la salud mental.
Dentro de las estrategias para la prevención se incluyen campañas de concienciación, líneas de ayuda, y sobre todo, la creación de espacios seguros donde las personas sientan que pueden pedir ayuda sin miedo a ser juzgadas.