- 13 de septiembre de 2024
Antes de salir de vacaciones, primero consulta a un especialista, pues podrías estar en riesgo.
El calor y las altas temperaturas tienen un impacto significativo en nuestro organismo, especialmente para aquellos que padecen enfermedades crónicas como la diabetes. Por eso, antes de alistar las maletas para salir de vacaciones, es importante consultar a un médico y tomar precauciones adecuadas.
El doctor Christian Leyva Prado, miembro del servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Huelva, España, advierte sobre los riesgos del calor para las personas con diabetes, destacando la importancia de seguir pautas específicas que les permitan disfrutar del verano sin comprometer su salud.
El doctor Leyva explica que "en pacientes con diabetes mellitus, el calor aumenta el riesgo de hipoglucemia y deshidratación, por lo que la recomendación más práctica para controlar la enfermedad es buscar sombra y mantenerse hidratado de manera constante". Además, señala que "a medida que envejecemos, la sensación de sed disminuye, por lo que es crucial que las personas de edad avanzada presten aún más atención a la ingesta de líquidos".
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Las vacaciones suelen invitar a relajar los hábitos alimenticios o incluso a abandonar las pautas seguidas durante todo el año, lo que puede provocar un descontrol de la enfermedad y la aparición de complicaciones asociadas.
Por lo tanto, el especialista recomienda "evitar el consumo excesivo de alimentos y bebidas alcohólicas, ya que pueden afectar los niveles de glucemia (tanto la hiperglucemia como la hipoglucemia), y mantener los horarios y dosis habituales de tratamiento". Para un mejor seguimiento de la enfermedad, el doctor Leyva aconseja realizar controles más frecuentes de los niveles de glucemia durante las vacaciones.
En cuanto al ejercicio físico diario, es importante evitar la exposición prolongada al sol y las horas de calor extremo, además de mantener una hidratación constante. También es fundamental cuidar los pies en las personas con diabetes, utilizando calzado adecuado durante la práctica de ejercicio y realizando una correcta higiene posterior para prevenir heridas y complicaciones.
En el caso de pacientes que reciben tratamiento de insulina, es fundamental proteger la medicación del sol y las altas temperaturas, manteniéndola separada de alimentos y bebidas en un lugar exclusivo. Si se planea un viaje, se recomienda llevar dosis extra de la medicación en caso de daño o extravío.
Finalmente, el doctor destaca la importancia de programar una consulta médica para realizar un chequeo general y ajustar el tratamiento antes de las vacaciones, así como una evaluación al regreso para valorar el estado general de la enfermedad.
Para disfrutar del verano de manera segura y cuidar la salud de las personas con diabetes, es esencial seguir estas recomendaciones y estar en contacto con los profesionales médicos para un adecuado manejo de la enfermedad durante esta temporada.
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