- 13 de septiembre de 2024
El fecalismo es uno de los graves problemas de salud pública.

Es uno de los cuestionamientos más viejos de la historia, y según su preferencia, las personas defienden su postura con diversos argumentos. Sin embargo, una experta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puso fin al debate sobre dónde se debe tirar el papel higiénico, si en el bote o en el baño.
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Irma Rosas, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, realizó hace un tiempo un artículo para la revista Una Mirada a la Ciencia. En éste afirmó, que es un error depositar el papel de baño en el bote de basura:
"La costumbre de depositar el papel higiénico con residuos fecales, en un bote dentro del baño, guardarlo en bolsas y entregarlo a los señores que recogen la basura, es fecalismo".

El fecalismo es un tipo de contaminación al medio ambiente que proviene de la materia fecal que se deja en la vía pública. Es uno de los graves problemas de salud pública de la Ciudad de México, pues se estima que anualmente se emite al aire de la capital media tonelada de residuos fecales. Y si bien, estos desechos en su mayoría provienen de gatos y perros, también una parte considerable es de humanos.
La costumbre de tirar el papel higiénico en el bote de basura se promovió en la época en que aún existían fosas sépticas en México, pero a partir de la construcción del drenaje la forma de desecharlo cambió. Y a esto, hay que agregar que los productores de papel de baño ya han desarrollado un producto apto para desintegrarse en el inodoro.

¿Por qué es un problema de salud? Porque cuando el papel sucio se mantiene en el baño, se expone a los gérmenes presentes del excremento, y al diseminarse, estos llegan al aparato digestivo humano. Son diversas las bacterias que pueden encontrarse en el papel, entre ellas, las causantes de salmonelosis, cisticercosis, shigellosis, yersiniosis, o infecciones por campylobacter y E. coli.

Otros hábitos fecalistas son no recoger las heces de las mascotas de la vía pública, o tirarlas a la basura. Lo mismo ocurre con los pañales de los bebés; lo ideal, en ambos casos, es depositar la materia orgánica en el drenaje.

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