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¿Qué es y cómo identificar el síndrome de Asperger en los niños?

El síndrome de Asperger se incluye dentro del trastorno del espectro autista y afecta la interacción social y la comunicación verbal de los niños, sin embargo,  de acuerdo con los CDC, los menores que lo padecen suelen tener un coficiente intelectual superior al del promedio.

 

 

 

BIENESTAR

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Este 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del síndrome de Asperger, cuyo objetivo es visibilizar las necesidades de las personas que lo padecen. En esta fecha, también se conmemora el nacimiento del psiquiatra Hans Asperger, quien descubrió este trastorno por primera vez. Aquí te contamos de qué se trata y cómo se manifiesta en los niños.

Especial (Pexels)

¿Qué es el síndrome de Asperger?

El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que la Organización Mundial de la Salud  (OMS) incluye dentro del Espectro Autista y que afecta la interacción social, la comunicación verbal, además de que quien lo padece tiende a tener una resistencia para aceptar los cambios e inflexibilidad del pensamiento.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos,  aunque los síntomas del síndrome de Asperger se presentan a una edad temprana, suele ser diagnosticado cuando los niños están en la edad escolar.

"Tal como ocurre con otros trastornos del espectro autista, los científicos no saben exactamente qué causa el síndrome de Asperger, pero se conoce que el cerebro de alguien con esta afección funciona de forma diferente al de una persona que no la tiene", indican los CDC.

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De acuerdo con la Confederación Asperger España, los niños con este síndrome son,  "extremadamente buenos en las habilidades de memoria (hechos, figuras, fechas o épocas)", además de que muchos sobresalen en las matemáticas y la ciencia.

En términos generales, los niños con el síndrome de Asperger encuentran dificultad para hacer amigos,  a veces utilizan el lenguaje de una "manera levemente rara" y toman a menudo significados literales de lo que leen u oyen, por lo que no entienden el doble sentido de algunas palabras.

Además, son más felices con rutinas y un ambiente estructurado, sin embargo, les resulta dificil sobrellevar las imperfecciones y las críticas.

"El mal comportamiento proviene a menudo de la inhabilidad para comunicar sus frustraciones y ansiedades. Necesitan amor, dulzura, cuidado, paciencia y comprensión. Dentro de este marco realizan grandes progresos", indica la Confederación Asperger España.

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Los niños podrían presentar los siguientes problemas:

  • Tener problemas para comprender los sentimientos de otras personas o para expresar sus propios sentimientos.
  • Tener dificultades para entender el lenguajes corporal.
  • Evitar el contacto visual.
  • Desear estar solos o querer interactuar pero no saber cómo hacerlo.
  • Tener intereses muy específicos, a veces obsesivos.
  • Hablar solo acerca de ellos mismos y de sus intereses.
  • Hablar de forma poco usual o con un tono de voz extraño.
  • Tener dificultad para hacer amigos.
  • Verse nerviosos en grupos sociales grandes.
  • Ser torpes o descuidados.
  • Tener rituales que se niegan a cambiar, como una rutina muy rígida para irse a dormir.
  • Realizar movimiento repetitivos o extraños.
  • Tener reacciones sensoriales poco comunes.

¿Cuál es la diferencia entre el síndrome de Asperger y otros Trastornos del Espectro Autista?

De acuerdo con los CDC, los niños con síndrome de Asperger no tienen retrasos del lenguaje, y por definición, tienen un coeficiente intelectual al mismo nivel o superior al de la mayoría de los niños.

Por su parte, los niños con otro tipo de trastorno del Espectro Autista pueden tener retrasos del lenguaje y su coeficiente intelectual puede ser de cualquier nivel.

¿Qué puedo hacer si creo que mi hijo tiene Asperger?

De acuerdo con los CDC, lo ideal es hablar con un especialista que trate al infante, sin embargo sugiere algunos consejos que podrían ser útiles en casa:

  • Utilizar un lenguaje simple, a un nivel que el menor pueda entender.
  • Utilizar instrucciones simples. Se sugiere utilizar listas o dibujos para que los trabajos no sean complicados.
  • Motivarlos con comentarios y explicarles por qué deben mirar a los ojos cuando hablan.
  • Prepararlos de antemano para cualquier cambio.
  • Introducir cierta flexibilidad en sus rutinas para que aprendan desde temprano que las cosas cambian y a menudo sin aviso.
  • No esperar que los niños actúen de acuerdo a su edad.
  • Enseñarles estrategias para cuando se enfrente a momentos difíciles. Un ejemplo es respirar profundamente si se siente atacado en público.
  • Enseñar la diferencia entre los lugares públicos y los privados. De este modo, el niño podrá desarrollar estrategias para hacer frente a reglas sociales complejas más adelante de su vida.
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