- 13 de septiembre de 2024
Escanearon miles de cerebros de bebedores: mientras más bebían, menor era su materia gris. Los efectos son mayores en personas con diabetes y sobrepeso.

Juan García es un jubilado de 79 años, tiene dos hijos y un nieto. Cada día se toma una cerveza a la hora de la comida y los fines de semana puede beber un par de cervezas o tres copas de vino, especialmente si sus hijos vienen a comer a casa.
"Una copa de vino al día ayuda a vivir más", bromea.
Pero una imagen dice más que mil palabras y, basados en imágenes del cerebro de 25 mil 378 personas, científicos del Reino Unido llegaron a la conclusión de que cualquier cantidad de alcohol es dañina para el cerebro.

Los participantes del estudio respondieron un cuestionario donde indicaban su consumo de alcohol. Posteriormente, les hicieron exámenes cognitivos, en los que se miden aspectos como la capacidad de aprender cosas nuevas, de recordar y de resolver problemas. También les hicieron resonancias electromagnéticas en las que se observó su cerebro.
Según el estudio, los participantes, mientras más alcohol consumían, menor volumen de materia gris presentaban. El alcohol afectó al volumen de materia gris más que el hecho de fumar o no.
La materia gris es la parte del cerebro donde se encuentran las neuronas, según la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos."Genera los pensamientos intelectuales más complejos y controla los movimientos corporales", indica.
Los investigadores concluyeron que incluso el consumo moderado de alcohol está relacionado con más efectos adversos en el cerebro de los que anteriormente se consideraba y recomendaron que los lineamientos actuales sobre el consumo de alcohol calificado como "de bajo riesgo" se revisen, tomando en cuenta los efectos cerebrales.

Se observó un daño mayor en las personas con hipertensión y con sobrepeso. También las personas que reportaron beber compulsivamente (más de 5 unidades del alcohol el mismo día) mostraron un mayor daño que las personas que bebieron la misma cantidad, pero repartida entre varios días. El estudio fue realizado en tres centros de salud de Reino Unido entre 2014 y 2020; los participantes tenían 55 años en promedio.
Y el tipo de bebida no importa. El daño fue el mismo, independientemente de si la persona bebía cerveza, vino o destilados (como el tequila o el whisky).
Los científicos encontraron que los participantes que reportaban beber exclusivamente vino eran de mayor edad que el promedio y tenían mayores ingresos. Dijeron que la creencia que asocia beber vino con una mejor salud podría estar relacionada con este factor económico.
Así que ya sabes: más "¡saluuud!" en ningún caso conlleva más salud& por lo menos no para tu cerebro.