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Dejar de fumar, ¿puede reducir la ansiedad?

Contrario a la creencia popular, dejar de fumar contribuye a reducir los síntomas de estrés, depresión y ansiedad, según un estudio reciente

BIENESTAR

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Cuando María Lara anunció, a los 63 años, que dejaría de fumar, su esposo se alegró por ella, pero le reclamó por adelantado que iba a estar "insoportable". Algunos fumadores recurren al cigarro buscando apaciguar sensaciones de ansiedad y hay quienes temen que dejarlo pueda causarles más nerviosismo. Sin embargo, un estudio publicado recientemente sugiere que, a mediano plazo, el camino hacia una mejor salud mental es justamente: ¡dejar de fumar!

Las personas que dejaron de fumar reportaron tener menos síntomas de ansiedad, depresión y estrés, en comparación con quienes siguieron fumando, según un estudio publicado en marzo por la organización especializada en salud, Cochrane, para el que se analizó a más de 169 mil 500 personas. 

Las personas que dejaron de fumar reportaron tener menos síntomas de ansiedad, depresión y estrés
Las personas que dejaron de fumar reportaron tener menos síntomas de ansiedad, depresión y estrés. Foto: Shutterstock

En el imaginario colectivo y cultural, el cigarro se ha visto, durante décadas, como una forma de regular el ánimo en situaciones de estrés o para "afirmar" momentos de relajación o placer. De hecho, cuando intentamos dejar de fumar podemos tener sensaciones de desesperación, ansias y un deseo de recompensa o apaciguamiento inmediatos. 

Otros síntomas del síndrome de abstinencia que pueden presentarse al dejar de fumar son: irritabilidad, problemas para poner atención, problemas para dormir, aumento de apetito y fuertes deseos de fumar, según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos. Estos síntomas ocurren porque el cuerpo se queda sin "su dosis" de nicotina y la reclama.

Foto: Shutterstock

Sin embargo, todas estas sensaciones incómodas son solamente síntomas del síndrome de abstinencia; es decir, que provienen de la adicción al tabaco en sí. Cuando la adicción se disipa tras algunas semanas, los síntomas de la abstinencia también se van con ella. 

De hecho, el estudio de Cochrane indica que las personas que dejan de fumar no suelen ver dañado su estado de ánimo a largo plazo. Al contrario: la mayoría de los exfumadores reportó mejoras en sentimientos positivos y en bienestar mental en general, en comparación con cuando fumaban.

"A las personas también puede preocuparles que dejar de fumar es estresante. La evidencia demuestra que el estrés se reduce en las personas que dejan de fumar y que muy probablemente tiene efectos benéficos a largo plazo en la salud mental de las personas", dijo la doctora Gemma Taylor, autora líder del estudio.

Algunas personas se consideran "fumadores sociales", es decir, que fuman solamente cuando se reúnen con otros. De hecho, una parte de los pacientes que participaron en el estudio manifestaron preocupación por la posibilidad de que dejar de "pertenecer al club de los fumadores" repercutiera negativamente en sus relaciones sociales y amistades.

La evidencia demuestra que el estrés se reduce en las personas que dejan de fumar y que muy probablemente tiene efectos benéficos a largo plazo
La evidencia demuestra que el estrés se reduce en las personas que dejan de fumar y que muy probablemente tiene efectos benéficos a largo plazo. Foto: Shutterstock

Los estudios indicaron que dejar de fumar no afectó a sus relaciones personales y que, en cambio, algunos exfumadores reportaron una mejora en su bienestar social tras dejar el cigarro.

"A muchas personas que fuman les preocupa que dejarlo podría afectar a sus conexiones sociales y conllevar sentimientos de soledad. Las personas pueden estar tranquilas sabiendo que dejar de fumar no parece tener un impacto negativo en la calidad de la vida social", agregó Taylor.

Los científicos contaron con una base de datos de más de 69 mil 500 personas que participaron en diversos estudios con pacientes que estaban dejando de fumar. Se midió su salud mental al inicio de cada estudio y, al cabo de seis semanas o más, se hizo un seguimiento de los pacientes y se compararon los resultados entre quienes habían logrado dejar de fumar y quienes habían vuelto al hábito.

La edad promedio de los pacientes era 45.2 años y fumaban una media de 20.3 cigarros al día. El periodo medio de seguimiento fue de seis meses. 

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Los investigadores incluyeron un subgrupo de personas con trastornos mentales. En este grupo existía una preocupación: si estos utilizan el tabaquismo como un método para intentar sobrellevar las sensaciones relacionadas con depresión, estrés y ansiedad, ¿qué pasará si pierden este método? 

Según el estudio, las personas diagnosticadas con un trastorno mental también reportaron una reducción de síntomas de depresión, estrés y ansiedad al dejar de fumar e indicaron una leve mejora en su estado de ánimo.  

"Descubrimos que dejar de fumar se asoció con leves mejoras en el estado de ánimo. Los beneficios de dejar de fumar en el ánimo parecen ser similares en todos los rangos de personas, y más crucialmente: no hay una razón para temer que las personas con condiciones de salud mental empeorarán su salud si dejan de fumar", concluyó Taylor.

Los investigadores teorizaron sobre las causas de esta mejora en los indicadores de salud mental. "El público típicamente ve fumar como dañino para la salud y fuma la minoría. Por ello, es posible que la gente que deja de fumar se sienta aliviada y su ánimo mejora", indica el estudio.

Otra razón sería biológica, a nivel cerebral: "El efecto del dejar de fumar sobre el ánimo podría explicarse por que las neuroadaptaciones a la inhalación de nicotina crónica se revierten al detenerse. Si es así, los resultados probablemente se aplicarían a nivel mundial en cualquiera que sienta que tenga dificultades para dejar de fumar". Es decir, que las mejoras en la salud mental se deben a que se han revertido los efectos dañinos que la nicotina estaba causando en el cerebro.

Así que, si estás dejando de fumar, ¡ánimo! Ahora sabes que esas ansias durarán solo lo que tarda tu cuerpo en liberarse de la adicción. Después te sentirás incluso mejor mentalmente de lo que te sentías cuando fumabas. 
 

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