- 23 de septiembre de 2024
Las personas no fumadoras, pero expuestas al humo de tabaco, presentaron un mayor riesgo de desarrollar cánceres de labios, encías, lengua, paladar, mejillas y base de la boca. El humo de cigarro de segunda mano incluye el humo que exhalan los fumadores mientras fuman y el humo que sale directamente de la punta del cigarro al quemarse el tabaco junto con el papel y los químicos aditivos.

Catalina Conzatti dejó de fumar hace más de 20 años y ahora le molesta el humo del cigarro. Sin embargo, su esposo fuma dos cajetillas al día. Al estar expuesta al humo del cigarro constantemente, la diseñadora gráfica y empresaria tiene un mayor riesgo de desarrollar cáncer, aunque ella ya no fume.
"Fuma (el esposo) dos cajetillas diarias o tres. Terrible. Aquí en la casa es un cigarro tras otro. Terminamos de comer y va inmediatamente a fumar. Termina ese cigarro; se sienta 2 minutos e inmediatamente se para de nuevo para fumar", explica Conzatti.
Las personas no fumadoras que inhalan humo de cigarro con frecuencia presentaron una mayor probabilidad de desarrollar cáncer oral que las que no tienen contacto con el humo del tabaco, según un estudio publicado recientemente.

El cáncer oral incluye los cánceres de labios, encías, lengua, mejillas, paladar y base de la boca (debajo de la lengua).
Se utilizan las expresiones fumadores pasivos, fumadores involuntarios o inhalar tabaco de segunda mano "considerando que los no fumadores no desean inhalar humo de tabaco", explica el estudio, publicado en la revista científica Tobacco Control, del British Medical Journal.
La probabilidad de desarrollar cáncer oral aumentó 51% para los fumadores pasivos, en comparación con las personas que no estuvieron expuestas al humo de tabaco.
El humo de cigarro de segunda mano incluye el humo que exhalan los fumadores mientras fuman y el humo que sale directamente de la punta del cigarro al quemarse el tabaco junto con el papel y los químicos aditivos.

Además, según el estudio, el riesgo aumenta proporcionalmente con el tiempo de exposición. Las personas que se expusieron durante más de 10 años tuvieron el doble de riesgo de desarrollar cáncer de boca.
Esto significa que todos tenemos un riesgo básico "1" de desarrollar cáncer de boca. Sin embargo, este riesgo aumenta al exponernos a químicos cancerígenos que contiene el humo del tabaco, sea como fumadores activos o como fumadores pasivos. El estudio analizó a 3 mil 452 fumadores pasivos y a 3 mil 525 personas que no estaban expuestas a humo de tabaco de segunda mano en en Asia, Europa, Norteamérica y América Latina.

Los no fumadores expuestos a humo de segunda mano están inhalando muchas de las mismas sustancias y venenos causantes de cáncer que los fumadores, advierten los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Incluso la breve exposición al humo de segunda mano puede dañar las células en maneras que ponen en marcha procesos de cáncer, agregan.
Conzatti comenta que, cuando se expone al humo del cigarro, le provoca dolor de cabeza, náuseas, mareos (especialmente si está en el coche) y si está dormida, el olor la despierta.

Le preguntamos si le preocupa que ser fumadores pasivos afecte la salud de ella y de las dos hijas que viven con ellos. Dice que sí, pero se concentra en su preocupación por la salud de su esposo. Comenta que él tiene hipertensión, mucho dolor de cabeza, problemas dentales, tos constante.
"Dice que es el polen o el frío de la mañana y yo le digo, "No. ¡Es porque te está afectando los pulmones!"", cuenta Catalina.
La empresaria comenta: "Es un problema hasta de manera personal, porque quieres estar abrazada y demás y el olor.... huele todo a cigarro".
Este humo de segunda mano es cancerígeno, provoca cáncer de pulmón y aumenta el riesgo de muerte un 30%, agrega el estudio. También se le ha relacionado con cánceres de laringe y faringe.
"Fumar constituye la mayor exposición de humanos a químicos cancerígenos y provoca una de cada cinco muertes relacionadas con el cáncer en el mundo", de acuerdo con los investigadores.
Los niños son especialmente vulnerables. "Los niños que viven en un hogar donde al menos una persona fuma son más propensos a desarrollar: asma, infecciones del pecho como neumonía y bronquitits, meningitis, infecciones del oído, resfriados y gripes", según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.