- 22 de octubre de 2024
El 22 de abril es Día Mundial de la Tierra. Hay muchas formas de proteger al planeta -y de paso, tu salud- sin salir de casa.

Cada vez que consumimos algo, impactamos al medioambiente. Cada decisión de compra que realizamos tiene consecuencias en una cadena de producción y de trabajo.
¿Cómo podemos cuidar a nuestro planeta y al mismo tiempo nuestra salud y bienestar?
Te damos tips que no solamente reducirán el volumen de desechos que generamos, sino además nos ayudan a ser más felices y saludables.
Hay dos criterios básicos: comprar o no comprar. Esa es la cuestión. Comenzaremos por no comprar y luego por cómo comprar.
NO COMPRAR
1.- Utilizar tratamientos naturales, es decir: caseros
¿Alguna vez has leído los ingredientes de las mascarillas para la cara o los tratamientos para el cabello que venden en el súper, farmacia o centro comercial? ¡Parece la hoja de un medicamento!
Además, cada vez que compramos uno de estos tratamientos estamos produciendo basura porque vienen empacados en plástico y a veces contienen ingredientes tóxicos para el medioambiente o pueden estar testados con animales de laboratorio.

En cambio, qué tranquilidad da embarrarnos en la piel algo que tranquilamente podríamos comernos.
Y es que tenemos la alacena llena de ingredientes para hacernos los mejores tratamientos de belleza caseros.
Mascarillas:
El pepino, el aloe vera y el té verde son excelentes hidratantes y antiinflamatorios.
Una mascarilla con clara de huevo y avena te ayuda a eliminar el exceso de grasa.
El aguacate o el yogur con miel te hidratan la piel y combaten la resequedad.
*Aunque hay muchas recetas en internet que aconsejan el limón como ingrediente de mascarillas, debes tener cuidado porque al contacto con el sol, produce manchas en la piel.

Exfoliantes:
Finalmente, los exfoliantes industrializados contienen partículas de microplásticos, un contaminante casi invisible pero muy pernicioso y presente en el mar y en la tierra.
¡Los mejores ingredientes para exfoliarte están en casa!
El azúcar con yogur deja la piel supersuave.
Si te gusta el café molido, los restos que se quedan en la cafetera, combinados con yogur, crema o aceite de coco o de oliva te dejarán la piel tersa y llena de antioxidantes.
Cuidado del cabello
La clara de huevo y el yogur, solos o por separado, también ayudan a nutrir y dar brillo al cabello.
El aceite de coco ayuda a nutrir el cabello, pero solo se recomienda para pelo que es naturalmente no graso.
Tu momento de cuidarte a ti y a la Tierra
Ahora que estamos en pandemia podemos tener sensaciones, emociones y sentimientos de aburrimiento, fatiga, soledad e incluso tristeza. Aprovechemos estar un ratito solos y mimarnos con un tratamiento de belleza. Puedes convertirlo en tu ritual de cuidado personal desestresante. Pon algo de música, enciende una vela y relájate media hora, sabiendo que generaste cero basura con este tratamiento. ¡Qué mejor momento!
2.- Reutiliza
Reutiliza todo lo que puedas.
Frascos de plástico: ¿Por qué comprar jarras de moda carísimas, cuando podemos lavar los frascos de vidrio y reutilizarlos para guardar pasta, cereales, semillas, sal, azúcar, chiles, especias, tratamientos de belleza caseros e incluso para congelar guisos? También puedes usarlos para conservar tratamientos de belleza caseros, como lapiceros, macetas y floreros.

Ropa: Además de intercambiar ropa con tus amigos, puedes hacer trapos con esas camisas de algodón que se han roto. Con los jeans viejos puedes hacer shorts o modernas y prácticas bolsas. También con chamarras de tipo lona puede hacer bolsas de compra muy resistentes y duraderas.
Papel: Los cuadernos de la escuela siempre se quedan con hojas al final. En lugar de comprar un cuaderno para cada cosa o gastar post-its, puedes arrancar las hojas sobrantes, asignarles un cajón y utilizarlas como un recurso para escribir listas de compra, dejar mensajes a la familia o dibujar.
Para reutilizar, tu creatividad es el límite.
3.- Utilizar limpiadores naturales
El vinagre puede ser mucho más barato que otros productos de limpieza y no es tóxico para el medioambiente.
Con vinagre puedes limpiar los vidrios, la cocina y quitar perfectamente las manchas de los grifos que deja el agua cuando contiene mucho cal. Es perfecto para limpiar el horno y las paredes y pisos de cerámica.

Y si lo mezclas con un poco de bicarbonato o incluso de sal, puedes tallar y arrancar las manchas de mugre más pegadas en las esquinas de la cocina o el baño.
Con el bicarbonato también puedes desinfectar frutas y verduras, en lugar de estar comprando desinfectantes en gotitas.
4.- Separa la basura
Aunque veas que en el camión de la basura "lo revuelven todo", una vez que llega a los tiraderos, hay personas que separan esta basura y se recicla. Si tú separas desde casa, contribuyes a que esta cadena de reciclaje sea más sencilla y contamine menos los tiraderos y al planeta. Recuerda siempre separar las pilas y los electrónicos y dejarlas en sitios especializados. La mayoría de las universidades tiene un espacio para colocar las pilas viejas, que contaminan mucho si se mezclan con el resto de la basura.

CÓMO COMPRAR
5.- Productos ecológicos
Comprando productos ecológicos ayudas a que se reduzca el consumo de pesticidas artificiales y de transgénicos en nuestros alimentos, lo que también contribuye a una mejor salud.
Los productos cosechados con técnicas ecológicas aprovechan los beneficios de la tierra para sembrar lo que se da en determinado terreno, en lugar de forzar las condiciones con excesivos consumos de agua y de fertilizantes potencialmente tóxicos.
6.- Productos de proximidad
¿De qué sirve comprar kiwis ecológicos, si lo han traído en avión gastando un montón de combustible? Si queremos ayudar a la tierra, lo ideal es consumir productos nacionales y preferentemente de nuestra región (por ejemplo, la pitaya roja en el Bajío).
Con ello, reducimos la contaminación por el transporte y también fomentamos el comercio de cercanía, por ejemplo en el mercado del barrio o en los tianguis ambulantes.

7.- Productos de temporada
Comprar productos de temporada tiene dos grandes ventajas: son más baratos y contienen los nutrientes ideales para la época.
En esta época de primavera y verano, los de temporada son: aguacate, nopal, coliflor, brócoli, espinaca, berros, calabacitas, acelgas, lechuga, rábano, espárragos, zanahoria, cebolla, ejote, jitomate, pepino, fresa, tuna, limón, mango, melón, papaya, plátano, tamarindo, naranja, toronja, guanábana, manzana, piña, pera y sandía, según el organismo de Agricultura del estado de Sonora.
En la época de otoño e invierno las frutas y verduras de temporada son: granada, mandarina, higo, uva, manzana, pera, tejocote, jícama, guayaba, limón, zapote, toronja, naranja, chirimoya, lima, plátano, durazno, arándanos (mora azul), frutos secos como la almendra y la nuez, berenjena, chícharos, calabaza, pimiento, coliflor, ejote, rábano y zanahoria, según la Secretaría de Agricultura.
8.- Consume menos carne roja
Para producir un kilo de carne de res se necesitan 15 mil 400 litros de agua; 8 mil 700 litros para 1 kilo de cordero; cerca de 6 mil 000 litros para 1 kg. de cerdo y 4 mil 300 litros para 1 kg. de pollo, según la Organización Soberanía Alimentaria.
Además, la carne procesada como salchichas y otros embutidos está clasificada como carcinógena, es decir, que su consumo en grandes cantidades puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal, según la OMS.
"De acuerdo con las estimaciones más recientes del Proyecto sobre la Carga Global de Enfermedad, una organización de investigación académica independiente, cerca de 34,000 muertes por cáncer al año en todo el mundo son atribuibles a dietas ricas en carne procesada", indica la OMS.
Además, el consumo de carne roja está relacionado con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, según la Fundación del Corazón.
No es verdad que una dieta balanceada influye carne todos los días. Como alternativas, tenemos el pollo, el pescado, el huevo, los hongos, las habas, todo tipo de semillas y nueces como el cacahuate, e incluso las proteínas provenientes de legumbres como el frijol, los garbanzos y las lentejas.