- 23 de octubre de 2024
Una generación de jóvenes estudiantes ha visto sus estudios, planes y vidas trastocados por la pandemia, con altos costos para su salud mental.

Los salones de clases se vaciaron y casi toda la educación pasa, desde hace un año, por una pantalla. En grados de formación en los que se forjan amistades de toda la vida -como la secundaria y la escuela superior- se les ordenó, al igual que al resto de la sociedad, quedarse en casa y limitar fuertemente la socialización.
Muchos de los que estaban estudiando fuera volvieron al hogar familiar; los que planeaban mudarse para cursar algunos semestres de la universidad en otra ciudad o país, pospusieron el proyecto y otros finalmente lo cancelaron. Una generación entera que tendría que incorporarse a la vida laboral ve trastabillar sus expectativas por una pandemia y la consecuente crisis económica que podría dificultar su camino hacia la independencia.
Me ha afectado un poco en pensar en mi futuro en el sector audiovisual y de la cultura, pero siempre pensando que hay gente que está mucho peor que yo, así que, en el fondo, un poco afortunada sí que me he sentido. Tenía salud y trabajo".

"Sí que pensé mucho en las personas que viven en familias disfuncionales y que realmente han sufrido, la gente con enfermedades mentales como hipocondría, claustrofobia. Lo que sí creo es que me he vuelto un poco más ermitaña", dice Carolina Vásquez, estudiante de la licenciatura en Sonido para Audiovisuales y Espectáculos. Tiene 26 años y se graduará en verano de 2021.

Pero no todos los jóvenes han tenido la resiliencia de Carolina. La cantidad de estudiantes que reportó cuadros compatibles con una depresión clínica aumentó a más del doble de otoño de 2019 a primavera de 2020, de 14% a 34%, según un estudio publicado en abril en la revista científica Psychiatry Research.
Se analizó a 254 jóvenes estudiantes de psicología en la Universidad de Surrey, con una media de edad de 19 a 20 años (el 85% son mujeres), en octubre de 2019 (prepandemia) y en abril-mayo de 2020.

A diferencia de amigas suyas, explica Carolina, ella no vivió la pandemia en un ambiente familiar. "Yo personalmente no lo he pasado supermal. No tenía a nadie de riesgo a mi alrededor. Pero tengo amigas con padres de riesgo que para ellas fue más duro".
Más del 50% de los estudiantes entrevistados dijo preocuparse "frecuentemente" o "todo el tiempo" por que sus familiares enfermasen de COVID-19, pero solo el 25% mostró la misma preocupación por contraer ellas mismas la enfermedad.
"Me están sorprendiendo los estudiantes gratamente", dice Jorge Luis Méndez Ulrich, director del máster en Pedagogía Hospitalaria de la Universitat de Barcelona.
Vamos a volver relativamente a la presencialidad en clase y tengo alumnos que, por más que sí les guste verse y socializar, es la opinión mayoritaria que no quieren volver, porque tienen miedo, no tanto por ellos como por sus familias. Es una situación muy incierta", señala.

En otro estudio, con características similares al primero, se observó que la cantidad de jóvenes en riesgo de depresión aumentó hasta un 90% al inicio del confinamiento. La media de edad era, también, de 19-20 años.
En este segundo estudio, 682 estudiantes de la Universidad de Pittsburg completaron cuestionarios en febrero de 2020 y en abril de 2020. En solo esos dos meses (durante el primer confinamiento) su riesgo de depresión casi se duplicó, de 32% a 61%. Los resultados se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS, por sus siglas en inglés) en marzo de 2021.
"La generación de 20 años ahora ha visto afectada su socialización y la recuperarán, pero, claro, ¿qué expectativa les queda a estos chicos cuando esto acabe? Ya está aquí una crisis económica brutal; va a haber falta de oportunidades; va a haber una crisis que a ellos les va a repercutir más a largo plazo", dice Méndez.
En la gente joven se va añadir una incertidumbre extra. Es decir, después de la pandemia, a nivel médico va a venir desgaste social".
Y esto no afectará solo a los jóvenes, sino también a los adolescentes. La población de 10 a 19 años en todo mundo "está en riesgo de heredar un mundo ensombrecido por el cambio climático y marcado por el COVID-19", alerta una carta publicada el 31 de marzo en la revista British Medical Journal y firmada por líderes mundiales de instituciones como las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud.