- 13 de septiembre de 2024
De acuerdo con especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los pacientes sanos que contrajeron el COVID-19 podrían desarrollar problemas renales. Del mismo modo, se explicó que esto puede ser reversible siempre y cuando se detecten los síntomas a tiempo y se lleve un tratamiento adecuado.

En entrevista para Milenio, la especialista Bárbara Ulibarri Gómez Tagle del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó que cada vez son más los pacientes sanos que después de contagiarse de COVID-19, empiezan con problemas renales.
Del mismo modo, señaló que dichos pacientes han tenido que empezar a tomar terapias sustitutivas como diálisis y hemodiálisis.
La especialista comentó que las personas que hacen ejercicio, comen bien, se hidratan, y se contagian de COVID-19, pueden desarrollar insuficiencia renal, sobre todo si se les complica la enfermedad.
También explicó que si una persona presenta diarrea como síntoma y no toma agua, puede desarrollar insuficiencia renal aguda, sin embargo, dejó en claro que ésta puede ser reversible si se restablecen los fluidos, hidratación, el volumen sanguíneo y si se controlan los síntomas a tiempo.
Además, explicó que la insuficiencia renal se da porque el virus tiene predilecciones por la enzima convertidora de angiotensina que modula la activación del sistema nervioso central del riñón, corazón y pulmón, por mencionar algunos.
La especialista dio a conocer que durante el 2020 se dieron bastantes casos de pacientes sin antecedentes renales que durante su hospitalización por COVID-19 necesitaron terapias sustitutivas.
Sin embargo, mencionó que en pacientes ambulatorios la insuficiencia renal es reversible, pero para ello es importante poner atención en los síntomas claves para acudir al médico.
Entre los síntomas clave son la orina espumosa o cansancio al caminar.