- 13 de septiembre de 2024
Massimo y Jocelyn se encuentran en Italia, separados y siendo víctimas de violencia. Mientras tanto, su madre está en México viviendo una batalla que parece interminable para poder traerlos a su lado. Alma Cecilia Contreras Soto es mexicana y se enamoró de un hombre de nacionalidad italiana quien la llevó a su país. La mujer originaria de León, Guanajuato, no imaginó la pesadilla que la esperaba: no sólo violencia física por parte de su pareja, también violencia institucional por las autoridades que deberían protegerla a ella y a sus hijos.
Alma Cecilia era madre soltera de Jocelyn, hasta que en 2015 conoció y se enamoró de --. Para 2016 ella se embarazó con la promesa de formar una familia feliz, pues él nunca dio rastro de violencia. La llevó a Italia donde inició la pesadilla.
Al comenzar a sufrir violencia apenas se establecieron en un domicilio, Cecilia pidió ayuda a la Embajada de México en Italia. Y es que en su intento por denunciarlo, acudió a la policía del país europeo; sin embargo, su esposo tenía estrecha relación con las autoridades. Desde ese momento ambas naciones le dieron la espalda.
"Creció la violencia de mi marido y tuve que aguantar porque siempre estuvimos bajo amenazas de muerte. A mi hija, a mí, incluso amenazó de muerte a su propio hijo si intentábamos escapar o nos amenazaba que se suicidaba culpándome con una carta que tenía su familia en su poder" contó Cecilia a Quinto Poder.
"Me hicieron pasar por loca para quitarme a mis hijos"
Para 2018 Cecilia recurrió a un Centro Antiviolencia en Italia; sin embargo su suegra -quien trabajó por más de 40 años en un hospital psiquiátrico- se enteró de sus planes, lo que desató aún más el infierno.
Ese mismo año --- y su madre hicieron que Cecilia fuera ingresada a dicho hospital. Medicada, pero sin realizarse algún estudio médico, la mexicana salió diagnosticada con psicosis paranoide. Lo que provocó que sus derechos como madre fueran suspendidos.
"Mi marido, mi suegra y mi suegro dijeron terribles calumnias y difamaciones al servicio social sobre mí, diciendo que era un terrible mamá, con el fin de separarme de mis dos hijos. Cuando hablo con el servicio social no hicieron ninguna investigación ni quisieron darme explicaciones de porqué me suspendieron, no me mostraron ningún oficio y no quisieron tomar documentos ni fotos ni videos de prueba de mi parte para defenderme".
Jocelyn y Massimo
Joceyn declaró que Cecilia era una amorosa y responsable madre. Sin embargo, estos testimonios fueron ignorados. Ahora sin su mamá, Jocelyn se enfrentó sola a su padrastro y a la madre de él, quien la acusó de agresiva y provocó que fuera enviada a un orfanato.
En el orfanato, Jocelyn sufrió un intento de violación y comenzó a sufrir bullying; agresiones verbales y psicológicas. "En ese lugar la empezaron a drogar con altas dosis de medicamentos indicando que también ella estaba loca por parte de una psiquiatra impuesta por el servicio social", detalló Cecilia.
Mientras tanto, Massimo de sólo dos años también fue obligado a llevar terapias psiquiátricas -que continúan hasta el día de hoy- por la misma psiquiatra impuesta a Jocelyn.
Para enero 2019, Cecilia únicamente veía a sus hijos un hora cada 15 días.
"Yo seguí todas las indicaciones del servicio social: debía de estar con tratamiento psiquiátrico porque si no, no podía ver a mis dos hijos, sufrí racismo cruel y amenazas de la asistente social para que no viera más a mi hijo, sólo porque me veía triste o llorar. Tuve que regresar a México por amenazas de muerte de mi marido y de que me volvería a meter en el mismo hospital psiquiátrico", contó Cecilia.
Mientras ella se encuentra en México, Massivo vive con un padre agresor y Jocelyn es tratada como "niñera, cocinera y encargada de limpieza en la casa de la encargada de servicio social".
Más de un año buscando la repatriación de sus hijos
Tras poner un pie en México, Cecilia no ha dejado de buscar ayuda por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el gobierno de la Ciudad de México e incluso por parte del mismo presidente.
En octubre de 2020 realizó la primera protesta frente a Palacio Nacional. Luego de esto fue canalizada a Protección de Mexicanos en el Exterior "donde de inicio a fin me decían negativas sobre cualquier ayuda para salvar a mis dos hijos, aunque llevé todas las pruebas de la urgencia y delicadeza de la situación de Massimo y Jocelyn".
Cuatro citas en esta área no le han valido para tener una respuesta sobre la repatriación; esto pese a que en el portal de la SRE se destaca que "el Consulado de México ofrece asesoría y apoyo para realizar las gestiones necesarias para repatriar a personas mexicanas en situación de vulnerabilidad o emergencia, asegurando que el proceso se realice en forma segura, digna y humana".
Pero esto no ocurrió así, pues durante una reunión que tuvo con el director de Protección a Mexicanos en el Exterior, Octavio Perales y el cónsul Rodrígo Ramos de la Embajada de México en Italia, estos le aseguraron que ella debía solucionar la situación en aquel país, pues es imposible que ellos ingresaran por sus hijos, pese a que Jocelyn es de nacionalidad mexicana.
De acuerdo con un audio de la reunión al que tuvo acceso Quinto Poder, los funcionarios se comprometen a enviar un documento en el que se detallen las razones por las que no es posible la repatriación. Sin embargo, a decir de Cecilia, este escrito nunca existió.
La única promesa que tiene para volver a ver a su hija Jocelyn, fue hecha por la jefa de gobierno Claudia Sheinabum, quien durante una reunión le aseguró que el próximo 18 de enero autoridades mexicanas acudirían a Italia para rescatar a la joven.