- 29 de diciembre de 2025
La joven de 30 años fue reportada como desaparecida el 25 de diciembre y su búsqueda se activó bajo el Protocolo Alba.

La confirmación del hallazgo sin vida de Nataly Montserrat González Barro, de 30 años, prima de la esposa del conductor de TV Azteca, Capi Pérez, volvió a encender las alertas sobre la violencia y las desapariciones de mujeres en Quintana Roo.
La joven fue reportada como desaparecida la noche del 25 de diciembre en Cancún y su búsqueda se activó bajo el Protocolo Alba, mecanismo que obliga a las autoridades a actuar de manera inmediata ante la desaparición de mujeres y niñas.
El caso cobró relevancia nacional no solo por las circunstancias del hallazgo, sino por la difusión masiva que tuvo en redes sociales, luego de que familiares y personas cercanas recurrieran al apoyo ciudadano para intentar localizarla.

La desaparición en Navidad y la activación del Protocolo Alba
Nataly fue vista por última vez la noche de Navidad, cuando salió de su domicilio alrededor de las 23:30 horas en Cancún. Ante la falta de contacto y su no localización, se emitió la ficha correspondiente del Protocolo Alba, lo que activó de manera formal su búsqueda inmediata.
Este mecanismo, impulsado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, busca evitar dilaciones en los primeros momentos de una desaparición, considerados cruciales para la localización con vida.
Redes sociales, visibilidad y búsqueda comunitaria
La desaparición de Nataly se viralizó luego de que Itzel Barro, conocida en redes como Hola Enfermera y esposa de Carlos "Capi" Pérez, utilizara su plataforma digital para solicitar ayuda pública. A través de un video difundido en Instagram, pidió a los internautas compartir la información y reportar cualquier dato al 911.
Paralelamente, familiares, amistades y vecinos de la joven organizaron brigadas de búsqueda ciudadana en distintos puntos del sur de Cancún, reflejando la desconfianza social frente a los tiempos institucionales y la urgencia de respuestas en casos de desaparición.
El domingo 28 de diciembre, vecinos del fraccionamiento Jardines del Sur 6, en el municipio de Benito Juárez, alertaron al 911 por olores fétidos provenientes de un área verde frente al conjunto habitacional. Elementos de la Policía Municipal acudieron al sitio y confirmaron la presencia de un cuerpo sin vida.
Tras el reporte, la zona fue acordonada y se solicitó la intervención de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, cuyos peritos criminalistas realizaron el levantamiento de evidencias y el procesamiento del lugar conforme a los protocolos forenses.
Investigación bajo perspectiva de género y necropsia pendiente
La Fiscalía estatal informó que el cuerpo no presentaba signos visibles de violencia, aunque precisó que la causa de muerte será determinada mediante la necropsia de ley. En su comunicado, la dependencia subrayó que la investigación sigue abierta y se desarrolla con un enfoque especializado:
"avanza conforme a los protocolos establecidos y bajo una perspectiva de género, con el objetivo de esclarecer las circunstancias del fallecimiento".
Asimismo, las autoridades señalaron que la familia de la víctima recibe acompañamiento institucional durante todo el proceso, mientras se integran los resultados periciales al expediente.
El mensaje de despedida de la familia
Horas después de que se confirmara oficialmente el hallazgo, Itzel Barro publicó un mensaje en redes sociales para informar del fallecimiento y pedir respeto a la privacidad familiar:
"Muchas gracias a todas las personas que compartieron la información de Nataly Montserrat González Barro. Ya fue localizada, desafortunadamente ya no está más con nosotros. Por indicaciones de la familia, no se compartirán detalles. Agradecemos su compresión y discreción".
El mensaje cerró la etapa de búsqueda pública, pero abrió nuevas preguntas sobre las circunstancias que rodearon la muerte de la joven.
Quién era Nataly González Barro
Nataly Montserrat González Barro era médica veterinaria zootecnista. Personas cercanas a su entorno la describen como una mujer trabajadora, comprometida con su profesión y con un profundo amor por los animales. Su muerte deja un vacío no solo en su familia, sino también en una comunidad que se movilizó activamente para intentar encontrarla con vida.
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