- 22 de diciembre de 2025
Autoridades investigan si el hombre asesinado en el restaurante Luaú es Óscar Noé Medina González, mejor conocido como El Panu, jefe de seguridad de los hijos de "El Chapo" Guzmán.

Un ataque armado registrado la noche del 21 de diciembre en la Zona Rosa terminó con la vida de un hombre que, con el paso de las horas, fue identificado como Óscar Noé Medina González, alias El Panu, uno de los principales operadores de la seguridad de la facción de Los Chapitos, del Cártel de Sinaloa.
La agresión ocurrió al interior del restaurante Luaú, ubicado en la colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc. De acuerdo con reportes oficiales, dos hombres armados ingresaron al establecimiento, dispararon directamente contra la víctima mientras comía y huyeron en una motocicleta. En el ataque, otra persona resultó lesionada.
En un primer momento, versiones preliminares señalaron que el hombre asesinado era un empresario hotelero de Mazatlán. Sin embargo, conforme avanzaron las indagatorias, autoridades federales confirmaron que se trataba de Medina González, quien había llegado a la Ciudad de México apenas dos días antes del homicidio.

Identidad confirmada y ataque directo
La identidad de El Panu quedó confirmada luego de que su madre, Guadalupe González, reconociera que la víctima era su hijo. La mujer, residente del estado de Durango, aseguró desconocer las actividades criminales de Medina González, pese a que su nombre figuraba en investigaciones de alto nivel en México y Estados Unidos.
Fuentes de seguridad señalaron que el ataque fue directo y que el agresor habría disparado en al menos 12 ocasiones, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas vinculado a su papel dentro del crimen organizado.
¿Quién es El Panu?
Óscar Noé Medina González era considerado uno de los operadores más cercanos al núcleo de mando de Los Chapitos, facción encabezada por los hijos de Joaquín Guzmán Loera. Tras la muerte de otros jefes de seguridad en años recientes, El Panu habría asumido un rol central en la protección de los líderes del grupo y en la coordinación de células armadas.
Investigaciones oficiales lo ubicaban como enlace entre mandos regionales y la estructura central de la organización, con capacidad para decidir movimientos de personal armado, vigilar zonas estratégicas y responder ante amenazas de grupos rivales.
Aunque mantenía un perfil discreto, su relevancia dentro del grupo lo convirtió en un objetivo prioritario para autoridades mexicanas y estadounidenses.

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Recompensa y acusaciones en Estados Unidos
El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta cuatro millones de dólares por información que condujera a la captura o condena de Medina González. En cortes federales estadounidenses, era señalado por conspiración para el tráfico internacional de drogas, principalmente fentanilo, además de delitos relacionados con delincuencia organizada, lavado de dinero y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército.
Tras confirmarse su muerte, autoridades federales analizan las posibles repercusiones del homicidio en la estructura de Los Chapitos, en un contexto marcado por disputas internas y reacomodos dentro del Cártel de Sinaloa.
Las investigaciones del ataque están a cargo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, que continúan con las indagatorias para determinar el móvil del crimen y ubicar a los responsables.
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