FAMILIARES EXIGEN JUSTICIA
Rodrigo Isidro salió al rancho, pero fue asesinado por policías en Tabasco
Rodrigo Isidro, estudiante de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, fue asesinado dentro de su coche tras ser perseguido y atacado a balazos por policías estatales mientras regresaba a casa.
La muerte de Rodrigo Isidro, un joven estudiante de Veterinaria en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), volvió a encender las alarmas sobre el uso excesivo de la fuerza en México. El 14 de noviembre, cuando regresaba a su casa en Villahermosa, una patrulla de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana lo persiguió y terminó abriendo fuego contra él. El joven murió dentro de su propio vehículo.
Cuatro días después, la Fiscalía estatal confirmó que abrió una carpeta de investigación, aunque su familia asegura que han sido ellos quienes han tenido que reconstruir lo ocurrido. Este viernes salieron a marchar en busca de justicia.
Una última llamada y el rastro perdido
Rodrigo tenía 19 años y una rutina sencilla: estudiar en la UJAT y pasar tiempo en un rancho donde cuidaba ganado. Esa tarde, a las 19:16, contestó la llamada de su padre, quien solo quería saber a qué hora llegaba a casa. “Ya voy en camino”, respondió. Pero no llegó. Entre la angustia y la incertidumbre, su familia pasó horas intentando comunicarse sin éxito.
Según vecinos que hablaron con los padres, una patrulla estatal comenzó a seguirlo hasta obligarlo a estrellarse contra un poste. Después vino la ráfaga de disparos. Cuando la familia vio el cuerpo, Rodrigo tenía tres impactos de bala: uno en el cuello, otro en el pecho y uno más en la mano.
Lucio Isidro Álvarez, padre del joven, no oculta su indignación. Ante los medios, habló del carácter trabajador de su hijo, del ganado que compró con su propio esfuerzo y del auto que pagó desde adolescente.
“Mi hijo era una persona de bien”, insistió. Pidió a quienes hayan presenciado la persecución que no teman denunciar. Y lanzó una frase que resonó entre quienes lo escuchaban: “Cuiden a sus hijos, no los dejen salir porque los vándalos andan en la calle… y son los mismos policías.”
Un patrón que se repite
El caso de Rodrigo no es aislado. En la misma semana, la muerte de Erick Omar Chávez, un joven comerciante detenido y golpeado por policías en Ciudad de México, evidenció nuevamente los excesos policiales. Hay tres agentes detenidos y un director fue cesado. Las investigaciones continúan.
En Tabasco, la familia de Rodrigo exige que el gobierno estatal actúe y que la investigación avance sin omisiones. Aseguran que no permitirán que el caso quede impune.
La marcha convocada por los familiares de Rodrigo reunió a estudiantes, vecinos y ciudadanos que comparten la preocupación por la violencia policial. Entre pancartas y consignas, exigieron transparencia, justicia y garantías para que ningún otro joven muera en circunstancias similares.
Mientras la Fiscalía promete esclarecer los hechos, la familia Isidro insiste en que no descansará hasta que los responsables enfrenten la justicia. Para ellos, esta lucha apenas comienza.
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