EL CUERPO DE LA MUJER DE 81 AÑOS FUE ENCONTRADO CON SIGNOS DE VIOLENCIA
Personas en situación de calle asesinan a abuelita que solía alimentarlos
Doña Marciala, de 81 años, era conocida en Atizapán por esta obra de caridad; fue asesinada por tres hombres a quienes solía ayudar.
El municipio de Atizapán de Zaragoza se encuentra de luto tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Doña Marciala Razo Olvera, una mujer de 81 años ampliamente reconocida en la colonia Las Alamedas por su labor altruista. La adulta mayor dedicaba parte de su tiempo a alimentar a personas en situación de calle, pero paradójicamente, tres de esos mismos hombres son los principales sospechosos de haberla asesinado.
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La desaparición que movilizó a todo un barrio
El viernes 22 de agosto, familiares de Marciala notaron que no respondía llamadas ni mensajes. Sus hijas fueron a buscarla a su domicilio, ubicado en Paseo de las Palomas, pero no la encontraron. Los vecinos también confirmaron que no la habían visto en horas recientes, por lo que de inmediato iniciaron la búsqueda.
Ese fin de semana, la incertidumbre creció cuando una de sus hijas recibió un mensaje incompleto desde el celular de la mujer la madrugada del domingo. Aunque el teléfono se apagó poco después, la geolocalización llevó a las autoridades al Cerro de la Condesa, zona señalada como refugio de indigentes y escenario de rituales clandestinos con sacrificios de animales.
Elementos de la Policía Municipal, Guardia Nacional y Marina participaron en la búsqueda, encontrando en el lugar algunas pertenencias de la víctima en manos de tres hombres en situación de calle.
Los sospechosos: los mismos a quienes ayudaba
Las investigaciones apuntaron pronto hacia esos tres indigentes, ya que fueron captados por cámaras de seguridad saliendo de la casa de Marciala con objetos robados. Incluso, en un video se les escucha jactarse del ataque: "madriza que le pusimos a la vieja".
Los hombres fueron detenidos y trasladados al Ministerio Público, donde permanecen bajo investigación en espera de órdenes de aprehensión formales.
El hallazgo del cuerpo
A pesar de las detenciones, todavía no había rastro de Marciala. No fue hasta el martes 26 de agosto, durante una nueva inspección en su vivienda, que agentes y familiares percibieron un fuerte olor a putrefacción proveniente del patio trasero.
Detrás de una acumulación de objetos en una pequeña bodega, encontraron el cadáver de la adulta mayor. Presentaba signos de violencia y golpes contundentes, evidencia de la brutal agresión que acabó con su vida.
La noticia conmocionó a toda la comunidad, que durante días mantuvo la esperanza de encontrarla con vida.
Una mujer recordada por su generosidad
Vecinos y conocidos de Doña Marciala la describen como una mujer solidaria, siempre dispuesta a ayudar a quienes más lo necesitaban.
"Ella era muy querida porque alimentaba a personas vulnerables. Nunca pensamos que su bondad la pondría en peligro", señalaron residentes de Las Alamedas.
La ironía de su muerte —ser asesinada por quienes recibieron su ayuda— ha desatado indignación y tristeza en la localidad.
Inseguridad en la zona
El crimen reavivó las denuncias vecinales sobre la inseguridad en el Cerro de la Condesa, un sitio señalado desde hace meses como foco rojo debido a la presencia de personas en situación de calle y actividades ilícitas.
De acuerdo con el Semáforo Delictivo del Estado de México, solo en mayo se registraron 116 homicidios en la entidad. Aunque Atizapán figura entre los municipios con menor percepción de inseguridad, casos como el de Marciala han encendido las alarmas entre la población.
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Justicia pendiente
El asesinato de Doña Marciala no sólo representa una tragedia para su familia, sino también un recordatorio de la vulnerabilidad de los adultos mayores y de los riesgos que enfrentan las personas solidarias en entornos inseguros.
La comunidad exige que se castigue con todo el peso de la ley a los responsables y que las autoridades refuercen la vigilancia en zonas críticas como el Cerro de la Condesa.
Hoy, vecinos, familiares y amigos despiden a Marciala Razo Olvera como una mujer generosa cuya vida fue arrebatada de la forma más cruel, por aquellos a quienes les tendió la mano.
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