Delia Quiroa: la buscadora que ahora será jueza de distrito en Sinaloa

Delia Quiroa dio un giro radical a su vida tras la desaparición de su hermano Roberto, el 10 de marzo de 2014. Aquel día, un convoy de presuntos miembros del Cártel del Golfo se llevó a Roberto junto con su madre, María Icela Valdez, quien fue liberada, pero de Roberto no se supo nada más. 

Desde entonces, y como muchas familias en México, Delia se convirtió en buscadora, emprendiendo la difícil tarea de localizar a su hermano por sus propios medios. La falta de apoyo legal la motivó a estudiar Derecho.

Actualmente es abogada y maestra en amparo, y busca que el lenguaje jurídico sea comprensible para todas las personas. Además, fundó el Colectivo 10 de marzo, que apoya a madres en los trámites relacionados con la búsqueda de sus familiares desaparecidos.

La lucha por justicia y la oportunidad de un cargo institucional

Con la llegada de la Elección Judicial 2025 —la primera en la historia de México en la que los ciudadanos eligieron directamente a ministros, jueces y magistrados— Delia vio una oportunidad para ayudar desde una posición institucional. 

Aunque inicialmente dudó, fue impulsada por su colectivo, periodistas y otros simpatizantes a postularse. "Me decían que sería una oportunidad para ayudar a las personas desde una institución, con poder para que te hagan caso", relató.

Delia tenía claro su objetivo: ser jueza de distrito en Sinaloa, su estado natal. Los jueces de distrito son clave en los juicios de amparo, que protegen a los ciudadanos de abusos y negligencias de las autoridades. 

"Son los protectores de los ciudadanos ante las autoridades abusivas que no quieren reconocer tus derechos", explicó. Puso como ejemplo las dificultades para denunciar desapariciones y la importancia del amparo para exigir justicia.

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Desafíos en la campaña y compromiso con las búsquedas

La campaña para la Elección Judicial fue todo un reto. Sin financiamiento partidista ni posibilidad de realizar actos masivos, los candidatos tuvieron que recurrir a métodos limitados, como repartir volantes y hablar directamente con la gente. "Tuvimos que cuidarnos por la violencia en Sinaloa y otros estados", señaló Delia, quien enfrentó obstáculos económicos, de visibilidad y de seguridad.

A pesar de asumir su nuevo cargo a partir del 1 de septiembre, Delia asegura que continuará con la búsqueda de su hermano y apoyará personalmente a quienes presenten amparos por desaparición forzada. "Si es necesario acudir a un cuartel o penal donde se presuma que tienen a la víctima, iré personalmente. No me quedaré solo en el juzgado", afirmó, inspirada por un ejemplo de un juez en Coahuila.

Delia Quiroa es hoy un referente nacional en la lucha por los desaparecidos, combinando su labor judicial con un compromiso personal inquebrantable que la impulsa a no dejar de buscar a su hermano y a miles más.

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