Filtran examen toxicológico del Obispo de Chilpancingo; arroja cocaína y benzodiacepinas en su sistema

El obispo Salvador Rangel Mendoza, destacado líder de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa,  se encuentra bajo estricta observación médica en Cuernavaca, Morelos, tras haber sido reportado como desaparecido desde el pasado sábado. Sin embargo, lo que comenzó como un caso de desaparición ha tomado un giro inesperado luego de que se filtraran documentos hospitalarios que revelan detalles preocupantes sobre su estado de salud.

Según informes, los exámenes médicos practicados al obispo arrojaron resultados que pusieron bajo la lupa a las autoridades. Los análisis toxicológicos revelaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su sistema, lo que desencadenó una serie de interrogantes sobre lo que podría haber sucedido durante su ausencia.

El obispo fue encontrado en el hotel del Real Ocotepec el pasado lunes; se encontraba en condiciones preocupantes, mostrando signos de un deterioro neurológico significativo y sin ninguna pertenencia personal, a excepción de un blister de pastillas de sildenafil, utilizado para tratar la hipertensión arterial pulmonar y la disfunción eréctil.

Ante esta situación, fue trasladado de urgencia en una ambulancia de la Cruz Roja, primero al hospital general de Cuernavaca y luego a un hospital particular en la misma ciudad, donde actualmente se encuentra bajo cuidado médico.

El episodio que llevó al obispo al hospital comenzó con un llamado de emergencia de una mujer, lo que ha suscitado interrogantes sobre las circunstancias exactas de su desaparición y posterior hallazgo, así como sobre las razones detrás de la presencia de las sustancias mencionadas en su organismo.

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