Madre encuentra a su hija después de cuatro años en el Semefo de Cancún

Después de una búsqueda exhaustiva de una madre, con la esperanza de algún día localizar a su hija, el resultado fue desgarrador y al mismo tiempo expuso la ineficiencia de las instituciones responsables de identificar y notificar a las familias de personas desaparecidas. María Dolores Patrón Pat, presidenta del Colectivo Madres Buscadoras de Quintana Roo, encontró finalmente los restos de su hija Francisca Mariner Flores Patrón.

La joven había permanecido todo este tiempo en el Servicio Médico Forense (Semefo) de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo, un lugar donde nadie le había dicho que buscar.

"Hoy encontré a mi hija Francisca. Hoy está en casa, donde siempre debió estar. No en las condiciones que yo deseaba, pero al menos ahora podrá descansar en paz", dijo en un mensaje difundido en sus redes sociales. Entre lágrimas, agradeció a quienes la apoyaron en su búsqueda y expresó la profunda tristeza de no haber hallado a su hija con vida.

Francisca desapareció hace más de cuatro años, situación que marcó a su familia para siempre. La joven fue privada de su libertad en su propio hogar mientras estaba con su bebé. Desde entonces, María Dolores comenzó una cruzada que incluyó marchas, bloqueos de avenidas y protestas en la zona hotelera de Cancún para exigir la atención de las autoridades.

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"Gracias por apoyarnos cuando cerramos calles"

Durante su búsqueda, María Dolores enfrentó críticas por sus acciones, pero también recibió muestras de empatía y solidaridad. "A quienes se sintieron molestos cuando cerrábamos avenidas o bloqueábamos calles, espero que hoy comprendan el porqué de esas acciones. No es fácil vivir con la incertidumbre de no saber dónde está un hijo", señaló.

Asimismo, reconoció el apoyo de ciudadanos que levantaban la mano en señal de ánimo o que le gritaban desde sus autos: "Sí se puede". Para ella, esos gestos pequeños fueron fundamentales para no rendirse. "Es la única forma de lograr que las autoridades actúen. Hoy, gracias a esa presión, logré encontrar a mi hija", añadió.

Fallas en el sistema

El hallazgo de Francisca en el Semefo expuso graves deficiencias en los protocolos de identificación de cadáveres y en la notificación a las familias. Durante más de cuatro años, los restos de la joven permanecieron resguardados sin que se informara a su madre, a pesar de las constantes solicitudes de información y las denuncias presentadas.

María Dolores señaló que este no es un caso aislado y que muchas otras familias enfrentan procesos similares: largos, burocráticos y dolorosos. "No es justo que tengamos que pasar por todo esto para encontrar a nuestros hijos. Algo tiene que cambiar en este país", enfatizó.

El caso de Francisca saca a la luz un problema estructural que afecta a miles de personas en México. De acuerdo con datos oficiales, el país enfrenta una crisis de desapariciones que ha dejado a muchas familias en un limbo, luchando contra un sistema que, en lugar de ayudar, parece dificultar aún más las cosas cómo resultado de su pésima organización y comunicación. 

"Hoy les pido que cuando vean a una madre bloqueando una calle o haciendo un plantón, no sean duros con ella. Nosotras no queremos causar molestias, solo queremos encontrar a nuestros hijos. Y eso debería importarnos a todos, porque hoy somos nosotras, pero mañana podría ser cualquiera", declaró María Dolores.

Aunque el dolor de perder a su hija es indescriptible, María Dolores encuentra consuelo en saber que ahora Francisca tendrá un lugar digno donde reposar. "Ahora podré visitarla y llevarle flores. Ya no estará en un lugar frío, sino en su casa, donde siempre debió estar", dijo.

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El próximo paso para María Dolores es seguir luchando por otras madres que todavía buscan a sus seres queridos. Su experiencia la ha convertido en una voz fuerte dentro del Colectivo Madres Buscadoras de Quintana Roo, donde trabaja para visibilizar la problemática y exigir cambios en los protocolos de búsqueda e identificación.

Un sistema que necesita cambios urgentes

El caso de Francisca pone en evidencia la urgencia de reformar el sistema de justicia en México. Expertos han señalado que la falta de tecnología adecuada, la carencia de personal capacitado y la indiferencia institucional contribuyen al retraso en la localización de personas desaparecidas.

María Dolores espera que su caso sirva como un recordatorio de la importancia de tomar acción inmediata en cada denuncia de desaparición. "No debería ser necesario protestar, bloquear o gritar para que nos escuchen. Solo queremos justicia y verdad", concluyó.

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