Una estación de tren en la ciudad de Tucson, Arizona fue el escenario de un tiroteo entre presuntos delincuentes y agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA).
Los agentes subieron a un tren para hacer un control de rutina cuando de pronto se desató el tiroteo que cobró la vida de uno de ellos y dejó a otro en estado crítico.
Tras el tiroteo, uno de los presuntos delincuentes se encerró en un baño donde perdió la vida, aunque no se especificó si le dispararon o atentó contra sí mismo.
"El sospechoso, tras intercambiar disparos con los agentes, se atrincheró en el baño, que está en el nivel inferior. Finalmente se determinó que el sospechoso que se encontraba en el baño estaba muerto", dijo el jefe de la policía de Tucson, Chris Magnus, en declaraciones citadas por NBC News.
Un colega de los agentes heridos acudió al lugar de los hechos para ayudarlos y así se logró la detención del otro sospechoso.
"En la DEA estamos desconsolados por los acontecimientos de hoy y les pedimos que tengan a las familias de los agentes y del oficial de la fuerza de tarea en sus pensamientos y oraciones", señaló la administradora de la DEA, Anne Milgram, en un comunicado citado por el mismo medio.
Las autoridades no especificaron si los dos sospechosos tenían en su poder droga. Tampoco revelaron su identidad ni la de los agentes que participaron en el tiroteo del pasado 4 de octubre.
En el tren, que iba hacia la Ciudad de Los Ángeles, había 137 personas, las cuales tuvieron que ser desalojadas sin que resultaran heridas durante el intercambio de disparos.
En 1985, en México otro agente de la DEA perdió la vida. Uno de los que habría participado en el ataque fue Rafael Caro Quintero, narcotraficante mexicano prófugo de la justicia, aquí te contamos la historia.