Un empresario italiano de 64 años, llamado Claudio Formenton, viajó a África con el fin de ver personalmente a una joven que había conocido en internet, sin embargo, terminó secuestrado por una banda de criminales.
Formenton le dijo a su familia que viajaría a Costa de Marfil para ayudar a misioneros con trabajo comunitario, como lo había hecho en ocasiones anteriores. Sin embargo, también aprovechó el viaje para conocer a una mujer marfileña llamada Olivia Martens, con quien había tenido contacto por redes sociales.
La Fiscalía de Roma cree que el empresario cayó en una trampa por un supuesto perfil falso con alguien que presumía ser la mujer marfileña. Formenton mantuvo conversaciones durante meses con Martens y desarrolló una relación romántica.
La supuesta mujer le dijo que tenía problemas legales y necesitaba su ayuda financiera. El empresario se negó a enviarle dinero, pero aceptó ir a visitarla a su país.
Cuando Formenton salió del aeropuerto se encontró a un taxista con un letrero que indicaba su nombre. Éste lo llevó por varios lugares hasta dejarlo en un hotel al este de Abiyán. Sin embargo, el plan de los secuestradores fue desbaratado tres días después, pues agentes locales irrumpieron en el establecimiento donde tenían retenida a la víctima, que lograron liberar.
"Es alguien que hace todo lo que puede por los demás, siempre dispuesto a echar una mano a todos. Tiene un fuerte apego a la religión. Fue objeto de un secuestro repentino, que afortunadamente se resolvió sin consecuencias", declaró su abogado tiempo después del secuestro.
El perfil de Olivia Martens en redes sociales indicaba que era una joven marfileña que tenía dificultades para pagar un abogado que la ayudara a resolver sus problemas legales. Los investigadores dudan que la mujer realmente exista pues sospechan que el perfil ha atraído a otros empresarios adinerados.
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