Aunque es más común consultar el zodiaco occidental que todos conocemos, algunos dicen que el chino es más exacto. La cultura china tiene el privilegio de que nunca en sus milenios de existencia ha dejado de desarrollarse, es un flujo continuo, que sólo ha cambiado de dirección durante algunos momentos de su historia. Esto ha permitido que tanto su arte, su literatura y sus conocimientos endógenos, como la astrología, tengan una tradición sólida y muy remota, que conserva la sabiduría de otras épocas.
El Zodiaco chino también se divide en 12 signos, cada uno tiene su constelación propia y hace referencia a un animal. Otra semejanza con nuestro zodiaco es que cada signo se corresponde con un elemento.
Sin embargo, a diferencia de lo que pasa con nuestro horóscopo, que trabaja con los 4 elementos que comúnmente se conocen (agua, tierra, aire fuego), el zodiaco chino usa cinco elementos: madera, fuego, tierra, metal y agua. En la cultura china, se cree que estos elementos son la esencia que compone el universo y trabajan en conjunto.
Otra diferencia con el zodiaco que conocemos es que además tener su mes, cada signo tiene su año, el cual también se relaciona con un elemento: gallo de metal, tigre de madera, mono de tierra.
Cada elemento dura dos años, primero se expresa su polaridad yang (principio activo) y luego la ying (principio pasivo). Actualmente estamos en el año del tigre de agua yang, por lo que en 2023 tendremos al conejo de agua ying.
CONEJO, LIEBRE O GATO
En el zodiaco chino el conejo es un signo particular, ya que realmente no es sólo del conejo, también de la liebre y el gato. De cada uno de estos animales, el signo toma rasgos.
Si naciste entre marzo y diciembre de los siguientes años: 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011, perteneces a este signo de acuerdo con la astrología china.
El nativo del año del conejo o gato se caracteriza por ser diplomático, por tener buenas maneras y ser elegante. También por lo mismo puede ser superficial, aunque curiosamente también es bueno para las tareas intelectuales, ya que sobre todo disfruta quedarse en casa y de la vida del hogar: los cariños, el cuidado, el calor de una familia.
Del gato toma la astucia, la habilidad para negociar y para casi siempre salirse con la suya. También del gato toma su gusto por la pereza, por disfrutar del día recostado viéndolo pasar, tal vez filosofando o saboreando algo.
Una característica que los distingue es que son más felices en grupo y procuran estar siempre acompañados o asociarse. Al igual que con los conejos y las liebres, la unión hace la fuerza “funcionemos juntos”.
Tanto del conejo como del gato tiene la dulzura y la serenidad, busca una vida equilibrada y tranquila, sin ruidos estridentes, además es muy tolerante, lúcido, introspectivo, interesado por la búsqueda y la realización personal a nivel espiritual. Le encantan los desafíos intelectuales.
Corre el riesgo de quedarse aletargado y dejar pasar las oportunidades. La melancolía ronda a los ociosos y a quienes pasan el día el cama, por lo que estos signos sueles deprimirse fácil.
Son de polaridad femenina, relacionados con la curación, la belleza y los cuidados, las emociones y el disfrute de los sentidos, los sueños y el agua. Tienden a la noche y a bailar bajo la luna.
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